Un grupo de allegados le propuso al juez Silvestre pagar el pasivo, levantar la quiebra y hacerse cargo del día a día del club.

A través de un grupo de allegados, vinculados a la Fundación Azul y Blanco que conducía el fútbol del club en el Torneo Argentino A 2009-2010 tras el desapoderamiento del exgerenciador Carlos Ahumada, Andrés Fassi volvió a irrumpir ayer en la escena política de Talleres.

En un contacto con Mundo D a título personal, pero “con el conocimiento y la autorización” del vicepresidente del Grupo Pachuca y máximo responsable del fútbol del club mejicano, según indicaron, los miembros del grupo dieron cuenta de una reunión que tuvieron en la mañana de ayer con el juez de la quiebra albiazul, Saúl Silvestre.

En ese encuentro, Rodolfo Onofri, Guillermo Carena, Aldo Rainero y Carlos Merino le presentaron al magistrado “una propuesta superadora” a la del Fondo de Inversión que coadministra la entidad. Esta contempla “el pago inmediato del pasivo, el levantamiento de la quiebra y la asunción del manejo administrativo y deportivo del Talleres, hasta la convocatoria a elecciones”.

Además, el grupo ofreció “realizar todos los esfuerzos necesarios para mantener el actual plantel profesional, negociar con los jugadores y evitar la descapitalización y emigración del activo futbolístico de la institución”.

También propuso “poner a disposición del club y de los socios un proyecto deportivo, institucional y social superador, aportando un know how con más de 30 años de experiencia en el manejo de instituciones deportivas” (en referencia a Fassi y a su vínculo con Pachuca).

Los voceros se definieron como “un grupo integrado por socios, hinchas, empresarios y miembros de la fundación Azul y Blanco”, que le planteó ayer al juez que Fassi, “socio e hincha de Talleres que siempre se mantuvo vinculado al club y que tuvo la oportunidad de triunfar en el mundo del fútbol, asuma el liderazgo de este momento crucial de la institución”.

Aseguraron, asimismo, que Talleres atraviesa en su aspecto deportivo “una situación de extrema gravedad, derivada de los sucesivos descensos al Nacional B y el Argentino A. El último, en especial, fue un claro fracaso deportivo imposible de ocultar”.

Al grupo también lo integra el abogado Juan Manuel Peláez, quien no pudo concurrir a la reunión con el juez por haber viajado al Mundial de Brasil.

Salum se enojó. Este diario intentó ayer, infructuosamente, comunicarse con Fassi, quien está en México y vendrá la semana que viene a Córdoba. Lo mismo sucedió con el presidente del Fondo de Inversión Rodrigo Escribano, quien tampoco respondió los llamados.

El que habló fue Ernesto Salum, quien además de inversionista del Fondo, continúa como presidente de la Fundación Azul y Blanco. “Soy el presidente de la fundación y no sé nada de todo esto. Además, quisiera saber si Fassi habla en nombre propio o del Pachuca, porque yo no quiero que Talleres se convierta en una filial del Pachuca”, dijo.