POR MÁS. Gabriel Carabajal asegura que maduró y apuesta a que sea su año. “Se que debo ser más profesional”, asumió. Y agregó: “Nunca fui un santo, pero muchas cosas que se hablaron eran inventadas”.

Una, dos, tres palabras al teléfono, y ya se siente a un Gabriel Carabajal distinto. Hasta el tono de voz es diferente, más aplomado y seguro. Y le gusta que lo noten, porque él mismo se encarga de destacar que este 2014 lo encuentra cambiado. Apunta a que sea su año.

Con los 22 cumplidos hace apenas un mes y el debut con la albiazul en 2011 todavía fresco en la memoria, el Gaby ya quemó varias etapas. Asomó como un crack, resultó decisivo en el ascenso a la B Nacional, pasó por todos los puestos ofensivos, lo pararon por no firmar su contrato, se ilusionó con una venta que no pudo ser y debió esforzarse para recuperar su lugar. Tantas experiencias en tan escaso lapso de tiempo dejan una huella. Y Carabajal siente que creció, que debía hacer un clic.

“Estoy muy bien, con ganas. Cambié la cabeza y empiezo el año con otro entusiasmo”. Ya de entrada, Carabajal tira un pique y un desborde. Entra a la cancha sabiendo que habrá pelotazos, pero no los gambetea.

–No terminaste bien el 2013...
–Fue un semestre complicado. En lo personal, pasé por varios altibajos y eso me tenía mal. Al equipo tampoco le fue tan bien como esperábamos. Quería estar y no me salían las cosas.

–¿Por qué bajó tanto tu rendimiento? En el Argentino A parecía que tenías una marcha más que el resto.
–Sí, hasta me preocupé porque veía que ya no tenía la misma velocidad. La lesión me condicionó, me costó agarrar ritmo y no empecé la B Nacional de la mejor manera. La verdad es que entraba a la cancha y tenía miedo de que no me salieran las cosas, me faltaba confianza.

–¿Y como saliste de ese pozo?
–Me sentí muy cómodo en la pretemporada en San Jorge. La hice al cien por ciento, sin lesiones, y ya no tengo problemas de contrato que me condicionen. Soy uno de los mimados del grupo, me hablan mucho (Gonzalo) Klusener, (Juan Pablo) Avendaño, (Renzo) Vera. Que jugadores así se tomen su tiempo para charlar con vos te hace sentir importante.

–Cuando te sancionaron y te hicieron entrenar por separado, ¿pensaste en largar todo?
–No la pasé bien pero ya está, ya pasó. Soy muy hincha de Talleres y eso me ayudó a no bajar los brazos. Además, me aconsejaron mucho en todo este tiempo y creo que maduré. Se que debo ser más profesional para conseguir cosas, para mí y para el grupo.

–Se dijeron muchas cosas sobre tu bajón, incluso que estabas mal rodeado, que no cuidabas lo suficiente...
–Un montón de esas cosas eran inventadas. Me afectaron y termiminé por no darle bola. Al final, te terminás acostumbrando. No he sido un santo ni nada de eso, pero se habló de más.

El mismo, cambiado. El desafío que se planteó Gabriel Carabajal es recuperar esa habilidad en velocidad que lo volvió incontrolable para las defensas rivales, y a la vez encontrar el equilibrio como persona para entrar a la cancha pensando sólo en jugar.

“En varios partidos del año pasado recordaba las cosas que hacía antes con la pelota y no las podía hacer. Es feo perder la confianza así. Por suerte, cambié la cabeza, me siento muy bien y quiero volver a entrar a la cancha a divertirme”, garantizó.

–¿Cuánto influye en vos el cambio de técnico, con la llegada de Forestello?
–Me gusta la motivación que le da a los jugadores, a los 30 del plantel por igual. Es un tipo muy sincero.

–Te ubica como volante derecho ¿Estás cómodo en esa función?
–Sí, porque tenemos libertades para atacar. Forestello me da mucha confianza para hacerlo, para encarar y sorprender. Eso sí, no me debo olvidar que hay que darle una mano al marcador de punta. Hay que aportar sacrificio también.

–Con Sialle jugabas por la otra banda y no rendías...
–Cacho me dio muchísimas chances y en distintas posiciones. Son técnicos distintos, pero los dos piden ir para adelante y con el fútbol que a la gente de Talleres le gusta.

Equipo de punta. Pasó la parte más ardua de la pretemporada, con dos semanas cargadas en San Jorge y un amistoso ante el equipo local (1 a 1). Ahora, es tiempo de fútbol y el Talleres modelo Forestello se mostrará ante el público pasado mañana contra Sportivo Belgrano. En la continuidad del triangular, el domingo próximo afrontará el clásico con Instituto. Si el Yagui mantiene el mediocampo que mostró en San Jorge, por un extremo irá el Gaby Carabajal y por el otro Favio Álvarez, como para que a la dupla Sánchez Sotelo-Klusener no le falte abastecimiento.

“Lo veo bien al equipo, con mucho fútbol. Hay varios que juegan bien y no sólo en la parte ofensiva. (Esteban) Burgos sale jugando siempre, (José) Shaffer sabe con la pelota, (Marcos) Brítez Ojeda es el que da el primer pase, y además están (Agustín) Díaz, (Ezequiel) Barrionuevo... es un plantel con muchos con buen pie”, resaltó Carabajal.

–Arrancan el año comprometidos con el promedio.
–Sabemos que es así, y también que habrá presiones. El grupo está bien, como para responder.

–A vos también el público te va a exigir...
–No me pesa la responsabilidad. Se como es la gente de Talleres y siempre me apoyó. Quiero entrar y disfrutar porque me preparé para dar lo mejor.

“Cambié la cabeza. Se hablaron muchas de mi y muchas eran inventadas. No he sido un santo ni nada de eso pero los rumores me afectaron y terminé por no darles bola”.

“Siento que maduré, que debo ser más profesional para conseguir cosas, tanto para mí como para el grupo. Arranco el año con ganas, muy entusiasmado, y veo bien al equipo”.

El Dato


El debut. Gabriel Carabajal (22 años), debutó en Talleres el 4 de septiembre de 2011, por el Argentino A ante Sportivo Belgrano. El DT era José María Bianco.

Ascenso. Abrazado con Arnaldo Sialle, en plena euforia por el ascenso a la B Nacional. El Gaby fue determinante en el Reducido final para salir del “infierno”.

Conflicto. Antes del torneo, en julio, Carabajal se ausentó a una práctica y fue sancionado. Quería irse a Godoy Cruz y el préstamo no prosperó. Complicado.

Presente. Después del castigo, el jugador no fue el mismo y bajó su nivel. Ahora, se tiene fe: “Cambié la cabeza y maduré”. Quiere que el 2014 sea su año.

Vuelta con Central de rival


Después de un fin de semana de recuperación, Talleres retomará las prácticas hoy por la mañana en La Boutique. Habrá un partido amistoso con Rosario Central, en principio entre los remanentes, aunque Rubén Forestello podría armar un mix con titulares. El ensayo de hoy será con ingreso permitido sólo para la prensa acreditada.

En el caso de la T, también entra a la semana de su triangular, y debutará este miércoles frente a Sportivo Belgrano, en el Mario Kempes. Las entradas salen a la venta hoy y pueden conseguirse en la sede céntrica (Rosario de Santa Fe 15), de 10 a 18, lo mismo que mañana. El miércoles, se venden de 10 a 17 y desde las 19.30 en boleterías del mundialista. Cuestan 60 pesos la general y 100 la platea. Menores, jubilados y damas pagan 30 pesos.

En cuanto a lo deportivo, el Yagui Forestello puede probar con variantes en la formación que utilizó el viernes pasado en el amistoso con San Jorge. Lo único seguro es que la dupla de ataque, con Juan Sánchez Sotelo y Gonzalo Klusener, no se toca. Y que no podrá contar con Juan Pablo Avendaño, que esta semana comenzará a trotar en la etapa de recuperación tras el desgarro en el izquio sufrido en la pretemporada.

La preparación albiazul de cara a la B Nacional incluirá además un último amistoso, el viernes 31 contra un rival a confirmar.