Marcelo Vega reconoce que la gente de Talleres es exigente y por eso el clima de presión siempre está latente. “Acá nadie nos regaló nada, hay que seguir metiendo”, expresó.

Uno de los factores de la recuperación de Talleres en lo deportivo tiene que ver con Marcelo Vega. El volante derecho empezó desde abajo, hasta incluso se puso cuestionamientos a su contratación, y en base a esfuerzo y continuidad, tiene hoy respaldo de sobra. Se lo ganó. Con humildad, Vega habló con PODIO y contó sensaciones de su momento en el Albiazul. “El equipo está madurando, suerte que metimos esa levantada porque no veníamos bien. Pero nosotros siempre confiamos en nuestra capacidad y sabemos que este presente es más parecido a la realidad. Nadie nos regaló nada”, contó el mediocampista.

- En lo personal, ¿fuiste de menor a mayor?
- Creo que sí. Al principio no era tenido en cuenta, no concentré en muchos partidos pero no me quejo, lo mejor fue seguir calladito la boca entrenando y buscando una posibilidad de jugar. En esto hay que superarse siempre, el fútbol tiene estas cosas.

- ¿Te sorprende el clima de presión que hay en Talleres?
- Sabía que venía a un club grande, donde el margen a no ascender es mínimo. Incluso se habló de la continuidad del DT en su cargo, después de ascender. Además el hincha de Talleres es exquisito, no tolera perder porque es muy exigente y debemos acomodarnos a esas pretensiones, sin volvernos locos. Es que el club estuvo cuatro años en el Argentino A, lleva menos de medio año en la B Nacional y la ansiedad se siente

- ¿Para qué está el equipo, entonces?
- Sería un error, decir prematuramente que estamos para ascender. El torneo tiene 42 fechas. No hay que dramatizar porque nadie asciende en diciembre. Primero tenemos que ganar, sumar y en base a eso hacer proyectos. Está claro que queremos salir campeones, tenemos esa aspiración pero no sería prudente decir que ascenderemos. Creo que tenemos material como para ilusionarnos, pero hay que seguir trabajando.

- ¿Hay similitudes entre este plantel y el que ascendió en Olimpo?
- Creo que Córdoba es más futbolero y eso se siente más en la gente, las calles y genera necesidad de responder. Bahía Blanca es futbolero pero la pasión se divide con el básquetbol. Y también, la paciencia. Esa es una de las diferencias que veo. En Olimpo salimos campeones porque fuimos partido a partido, sin volvernos locos, y cuando engranamos, no nos podían ganar.

- La última, ¿llegás a jugar el lunes? ¿Te sigue doliendo el peroné?
- Me duele, fue un golpe fuerte, pero no estoy rengueando ni nada de eso. Mañana (por hoy) me evalúan, creo que no voy a tener problemas. Y si no estoy en condiciones, lo mejor será darle lugar a un compañero que esté mejor.