No es falta de memoria. Sí hay mucho de histeria e impaciencia. Lo cierto es que la crisis deportiva de Talleres en la B Nacional, donde todavía no logró ganar en cinco partidos, ya moviliza rumores y pone en jaque la continuidad del DT Arnaldo Sialle, a pesar de haber sido artífice del ascenso y del campeonato del Argentino A. Son dos torneos diferentes y eso se nota en la hora del respaldo hacia su gestión. “Cacho” quedará en la memoria por haber sacado del infierno a Talleres pero eso no lo exime ni absuelve de las responsabilidades de este flojo arranque. El festejo y la gloria en este caso no es retroactivo.

Sabido es que hubo una discusión antes del inicio del certamen, entre la cúpula directiva del Fondo, por la continuidad de Sialle en el proyecto. Hubo mayoría de posturas a favor, porque primó el efecto inmediato aunque otros sectores lo pusieron en tela de juicio, por más que hablen de unanimidad en los medios. De haber existido “consenso total” como dijeron puertas afueras, ¿Por qué duró apenas cinco partidos y ya se habla de la posibilidad de cambiar de timón? Incluso desde la Copa Argentina, en la eliminación en Chaco, ya algunos mostraron discrepancia a la decisión legitimada en la reunión. Claro está que también que Sialle tiene decisión de seguir o no, si encuentra respuestas en los jugadores y si los resultados lo acompañan. hoy luce desorientado. Pero lo cierto es que en el mundo de la urgencia y la intolerancia de Talleres, “Cacho” no tiene garantizada su continuidad, a pesar de que dos meses atrás lo llevaban en andas dando la vuelta olímpica. el ascenso, no es retroactivo, esto claro está.