Es el máximo artillero. El misionero totalizó 25 goles en el torneo y batió un récord que tenía 53 años de vigencia. Entró en la historia de los grandes anotadores de la entidad de barrio Jardín. Con un logro distintivo, fue el goleador de campeón.

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El goleador. Los goles en su boca. Arrancó convirtiendo en el mismo debut. El último fue ante Maipú //FOTO: SERGIO CEJAS.


Gonzalo Martín Klusener iba rumbo a La Plata cuando sonó su celular.

– Gonzalo, ¿ venís a Talleres?
– Hola, “Cacho”. Vos sabés cómo están las cosas.

Sialle ya conocía a “Klusegol”. El entrenador lo había llevado a Guillermo Brown de Puerto Madryn después de que hiciera 21 tantos y fuera el goleador del Argentino A con Unión de Mar del Plata, pero Klusener andaba en otra.

“Aún recuerdo el día que me llamó el entrenador. Fue el primero. Iba por Azul, Buenos Aires. Mi idea era volver a Buenos Aires por un problema familiar. De la mamá de mi mujer. Al final me apoyaron todos y pude venir a Talleres, que demostró un interés muy grande. Feliz de jugar acá”, supo contar Klusener. “No tuvo oposición cuando Maximiliano Salas nos comentó que el entrenador lo había sugerido. Klusener ya nos había causado grata impresión cuando jugamos ante Unión de Mar del Plata e hizo un partidazo. Lo queríamos hace rato. Tiene una opción”, comentó Alberto Escalante, el vicepresidente del Fondo de Inversión.

Allí, el goleador entró en la historia de Talleres. La hizo, en síntesis. Sus 24 tantos superaron la marca de Miguel Antonio Romero en el Oficial 1960 de la Liga Cordobesa ( jugado a tres ruedas y con 27 partidos en total, de los cuales “la Wanora” estuvo presente en 25). El propio Romero, cuyo nombre llevó estampado en la camiseta, le dio un buen augurio cuando Klusener lo fue a visitar al hospital porque tenía hepatitis. Fue justo después del 2-2 ante Sportivo Belgrano, en San Francisco, el 26 de agosto pasado, el día del debut en Argentino A.

“Lo vi a Romero. Pero también abracé en el vestuario a Lorenzo Coronel, el masajista. Me dijo que iba a hacer los goles por tener a ‘la Wanora’ estampado en la camiseta. Lorenzo me contó que fue el goleador histórico de Talleres y en los clásicos. Y tuvo razón. Por eso lo fui a saludar”, contó Klusener.

Fue el goleador del ascenso y mientras fue construyendo esa leyenda. Nacido en Oberá h ac e 2 9 a ño s , llegó al club en el peor momento.

El especialista sacó su credencial. Conocedor a la perfección de sus condiciones y de cómo ordenarlas. El momento de ponerlas en práctica fue lo que mejor hizo. Además de conocer las conductas y las formas de sus compañeros. Para asistir o ser asistido. Eso es lo que diferencia a muchos goleadores de los tipos que hacen o que pueden hacer historia. Lo único objetable fueron sus tres expulsiones, todas innecesarias.

Va por más
Hizo olvidar a Sebastián Sáez y Claudio Riaño (19 y 15 tantos, respectivamente), superó los 22 tantos hechos por José Zelaya en un torneo de AFA, el récord de “la Wanora” y ahora es complicado ir por el de Carlos Godoy y José Omar Reinaldi, los máximos anotadores albiazules en una temporada, contabilizando más de un campeonato.

En 1951, Godoy se despachó con 29 goles en 24 partidos (11 en el Preparación y 18 en el Oficial). “La Pepa” anotó la misma cifra en 39 partidos en 1978 (tres en el Apertura, cinco en Clausura LCF, dos en las finales y 19 en el Nacional de la AFA). “Klusegol” ya cumplió.