Nunca subió. Fiesta total fue la que se vivió anoche en el Mario Kempes. Las tribunas estuvieron repletas de ilusión que explotaron cuando el árbitro decretó el final del partido. Hubo fuegos artificiales con el ascenso consumado, vuelta olímpica y fiesta total que duró hasta altas horas de la madrugada.

Hasta había un globo aerostático que se infló detrás de la tribuna norte, pero que nunca subió porque no tenía el permiso de la fuerza aérea para hacerlo. “Dale campeón, dale campeón...”, se gritó y se festejó anoche en el Kempes. Felicitaciones.