Rezzónico vuelve a enfrentar a Talleres, con Tiro Federal de Rosario, después de dos años en barrio Jardín. “Me quería quedar, se apostó a una renovación y se ve que están acertando”, acotó. Y avisó que Bossio atajará con un buzo celeste...

“Acá en Tiro están todos ansiosos por este partido. Desde que se sorteó el fixture preguntan cuanto falta para enfrentar a Talleres. Lamentablemente es así, Talleres va a tener que lidiar siempre con ese hecho, de que todos le quieren ganar. Y nosotros también, obvio”. La frase corresponde al defensor Juan Pablo Rezzónico, hoy vistiendo la camiseta de Tiro Federal de Rosario, aunque meses atrás, fue uno de los referentes y capitán incluso del Albiazul. Sufrió una rotura de ligamentos cruzados en una rodilla, pero nunca perdió su lugar, hasta que en junio, se optó por no renovar su vínculo. “Yo estoy muy agradecido. Soy hincha de Racing y es mi orgullo haber defendido la camiseta de Talleres. Yo me quería quedar, pero se apostó a una renovación y se ve que están acertando, porque marchan segundos. Disfruté cada día, cada entrenamiento, cada partido con esos colores”, remarca Rezzónico a PODIO.

- ¿Qué sensación te queda?
- Ya fue. La verdad, acepto algunas cosas, no me gustaron otras, pero igual prefiero ver lo positivo. Arnaldo Sialle confió en mí después de que estuve parado un año por lesión. Me dio la cinta de capitán, y formé parte de esa levantada que permitió clasificar. Se ve que no fue suficiente para quedarme. Yo sigo en contacto con (Nery) Leyes, con (Agustín) Díaz, y con “Polaco” (Emiliano Gianunzio) también. Dejé muchos amigos ahí. Estuve dos años, y al no lograr el objetivo, es lógico que se opte por renovar.

- ¿Le van a jugar a muerte?
- Mis compañeros están a full. Ni te cuento (Carlos) Bossio y Ezequiel Arriola, es el partido del año para ellos. Te adelanto que “Pichón” va a atajar con un buzo celeste, imaginate...

- ¿Cómo te imaginás el recibimiento del hincha para con vos?
- Ojalá no me reciban mal. Y si alguien me insulta o me silba, es parte del folklore del fútbol, no voy a dramatizar. Uno espera lo peor siempre, y si me llega un aliento o aplauso, estaría muy contento. Yo dejé todo por el ascenso, pero no se nos pudo dar. No tengo reproches para con nadie.