Empate. Albano Becica, con un zapatazo, puso el 1-1 parcial para que el equipo se levantara. El volante dijo: “Me sirve para tener confianza”.

No había arrancado de la mejor manera. La impaciencia eterna de los hinchas de Talleres se hizo evidente cuando a Albano Becica, que había llegado desde Racing, no le salían las cosas en los primeros partidos. Pero el volante siguió trabajando en silencio y ayer, en el triunfo ante el difícil Guaraní Antonio Franco, tuvo su premio. Metió un golazo, de zurda, a un ángulo. Lo que siempre sueña cualquier jugador con buena pegada. “Me pone muy contento para seguir agarrando confianza. Hacía mucho tiempo que quería hacer un gol y por suerte se me dio en este partido que se había complicado”, se alegró Becica.

Un jugador de buen pie como es el ex Racing siempre busca poder festejar con un zapatazo al ángulo. Becica lo explica: “Le pego desde lejos y se dio que tenía que buscar el palo más lejano del arquero sino era difícil que entrara. Por suerte se dio así y pudimos empatar el partido antes de que termine el primer tiempo”.

Aantes del cachetazo. Y sí, su gol llegó en el momento justo. Porque los misioneros le estaban manejando la pelota y la tribuna albiazul empezaba a ponerse nerviosa ante cada pelota mal jugada. “Nos dimos cuenta de que la gente se estaba impacientando, pero por suerte pudimos empatarlo. Ya en el vestuario, en el entretiempo, siempre nos viene bien el cachetazo para levantar y pudimos hacerlo”, explicó Becica.

Para el volante por izquierda, quien jugó uno de los mejores partidos desde que está en Talleres, les falta mejorar, y mucho. Sobre todo para que el DT Sialle no tenga que pegar un par de gritos en el entretiempo buscando la reacción. “Tenemos que corregir para que los restos sean cada vez sea menos. Entramos distraídos y ligamos el ‘cachetazo’ en el entretiempo. Hay que seguir trabajando para que no nos pase y poder tener un rendimiento parejo durante todo el partido”, cerró el volante que ayer fue uno de los mejores jugadores de este Talleres que sueña en grande.

Cacho está bien chocho


Sin tirar manteca al techo, Arnaldo Sialle fue el primero en abandonar el vestuario de este Talleres que cerró una gran semana. La fiesta del comienzo del centenario del club el jueves pasado, dejó una secuela. Para Cacho Sialle, el DT de este equipo, ese partido amistoso con ese marco impresionante, condicionó a sus jugadores. “Era un partido que después de la fiesta del centenario, a lo mejor eso te lleva a una relajación inconsciente. No en mí. Por eso tratamos de que lo pasado no influya pero nos costó un tiempo darnos cuenta de eso. Por suerte pudimos revertirlo y ganamos un partido difícil”, dijo Sialle.

A la hora de analizar los por qué de la victoria, enseguida destacó la respuesta anímica y futbolística del equipo cuando no arranca bien un partido: “El equipo tiene reacción. Es importante tener ese condimento. En el entretiempo hablamos, como siempre y se pudo mejorar bastante”.

Otra de las cosas por las que se alegró el técnico de Talleres fue por el rendimiento de Nicolás Trulls, Franco Olego y Alexis Olivera, los tres que reemplazaron a Brítez, Carabajal y Klusener, respectivamente. “Estoy muy contento con lo que rindieron los muchachos que entraron. Nos deja tranquilos que haya variantes en el equipo y por eso también me voy conforme después del partido que fue muy duro”.