El equipo albiazul no juega con un equipo de Olavarría desde 1981, cuando enfrentó a Loma Negra. Repasamos los dos enfrentamientos.

Participar en el Argentino A supone, para algunos equipos, un viaje al pasado. Es el caso de Talleres, cuyos hinchas mayores de 50 años podrán meterse en el túnel del tiempo el próximo domingo, cuando el Albiazul reciba a Racing de Olavarría.

Es que hace 31 años y cinco meses, en el Nacional de 1981, fue la última vez que la “T” se midió con un equipo de esa ciudad bonaerense. En rigor, ese año se cruzó dos veces con aquel recordado Loma Negra, que conformó la poderosa empresaria y presidente de la tradicional empresa cementera, Amalia Lacroze de Fortabat, con la ilusión de proyectarlo al fútbol grande argentino.

La primera vez que se enfrentaron, por la séptima fecha del Nacional del ‘81 fue en el Chateau, un miércoles 14 de octubre de 1981. Ganó Loma Negra 2 a 1, con tantos de su goleador, el también ex delantero de Boca Juniors Mario Husillos, y de otro atacante, ya fallecido, que brillara en el Rosario Central campeón de 1980: Félix Orte. El gol albiazul lo marcó Miguel Ángel Oviedo, de penal.

“Sobre llovido, mojado”, titulo al día siguiente La Voz del Interior, con la siguiente bajada: “Loma Negra enterró a Talleres”. El partido se jugó bajo la lluvia y fue controlado por Claudio Busca.

Pero un mes y medio después Talleres tuvo su revancha en Olavarría, en la cancha del que será su rival el domingo, en la Boutique. Si bien empató 0-0, terminó arruinándole la fiesta a Loma Negra, ya que el empate le abrió las puertas a River Plate para coronarse campeón.

El encuentro se jugó el domingo 30 de noviembre, fue árbitro Teodoro Nitti y en la “T” la figura fue el defensor santiagueño Luis Adolfo Galván, quien fue ubicado en el cuadro de honor de La Voz, y que junto al arquero Héctor Baley, se convirtieron en los símbolos de la resistencia albiazul.

Consultado por Mundo D, “Chocolate” recordó así el cotejo: “Fue un partidazo. Ellos tenían un equipazo y la cancha de Racing se venía abajo. Recuerdo que les arruinamos la fiesta y le hicimos ganar el campeonato a River. Si no ganábamos, salía campeón Loma Negra, que era muy fuerte atrás y de local metía mucha presión. Nos c... a pelotazos... con Galván, que la rompió, y Cuciuffo, que era un chico, la sacábamos con la cabeza, con el c.., con cualquier cosa. Y Husillos nos volvió locos”.

Y como cada partido esconde una historia, Baley evocó una anécdota previa al juego que lo tuvo como protagonista. “Viajé en auto a Olavarría, porque el día anterior estaba invitado al casamiento de Rubén Pagnanini (ex defensor de Estudiantes, Independiente, Argentinos Juniors y de la selección nacional). Le pedimos permiso al viejo (Ángel) Labruna y nos fuimos con ‘Bravito” (por Humberto Bravo) a la ceremonia, que fue al mediodía Y después de almorzar salimos para Olavarría”, rememoró.