“Es la parte más importante del campeonato y me la estoy perdiendo”, dijo el volante de Talleres, quien se resintió de su pubialgia. Tendrá dos semanas más afuera.

No cesan las malas noticias para el volante Emiliano Gianunzio. Es que cuando todo indicaba de una rehabilitación superada, de una pubialgia que ya era historia, los nubarrones otra vez oscurecieron su horizonte. En la rutina de ayer, no pudo desenvolverse con normalidad en los movimientos de precompetencia, lo que indica que tuvo una recaída en esa lesión, y pasó a ser evaluado nuevamente en la enfermería. Su bronca era inocultable: lágrimas sinceras empañaban sus ojos, con sensación de desazón y angustia. “No lo puedo creer. Me venía sintiendo bien. Me tiré al piso a buscar una pelota y me entró de nuevo el dolor. Estoy dolido en el alma, porque quiero estar en cancha, tengo ansiedad y no logró recuperarme del todo”, dijo a la pasada el “Polaco”.

Gianunzio prácticamente no tuvo lesiones en su primer año en el Albiazul, la temporada pasada. Se erigió como uno de los referentes en base a su tesón, sacrificio y capacidad para transmitir y contagiar de enjundia a sus compañeros. Fue regular, sobresaliendo entre sus compañeros, al punto que varios equipos de otras divisiones pusieron la mira en sus servicios. Fue capitán y no hubo inconvenientes para renovar su vínculo por una temporada más. En la primera mitad del año, alternó buenas y malas, aunque no mantuvo el mismo rendimiento. En 2012, tenía diseñada su revancha, pero apenas dos semanas antes del inicio de la actividad, a pesar de que arrastraba molestias en el pubis, en un amistoso ante Juniors se desgarró el isquiotibial izquierdo.

En consenso con el cuerpo médico, se lo marginó de las canchas, de manera responsable, para lograr una efectiva recuperación. Pero hasta el momento, no tuvo actividad en este segundo tramo. Ante San Martín de Tucumán, formó parte de la delegación pero no llegó a integrar un lugar en el banco de sustitutos. “Uno quiere estar siempre. Me van a hacer una resonancia. Yo quiero estar en cancha, hace tiempo que no juego, y más en este momento, crucial y donde quedan nueve partidos para ascender. No logro contenerme, es el momento más importante del torneo y yo me lo estoy perdiendo. Estoy afuera”, acotó el mediocampista, sin consuelo.

Por lo pronto, el “Polaco” será sometido a un estudio por imágenes en pos de determinar los pasos a seguir con su rehabilitación. Tendrá al menos para dos o tres semanas más de inactividad. “Le tengo que meter para adelante. Me dicen que me quede tranquilo, pero es realmente muy difícil”, cerró.

Ferreyra: “Hay que esperar, no hay otra receta”


El médico del plantel de Talleres, Julio Ferreyra, se mostró preocupado por el retroceso en la evolución de la pubialgia de Emiliano Gianunzio, aunque fue cauto con relación a su situación: “Tuvo una activación en la molestia en el pubis, y no tenemos muchas alternativas de tratamiento. No es cuestión de hacer pronósticos, vamos a evaluar la zona afectada y en base a esos estudios, tendremos un diagnóstico más preciso. Es una lesión que muchas veces no tiene una receta lógica. Vamos a estudiarlo, hay que esperar”, contó el facultativo.

El caso Berti. El volante Alfredo Jesús Berti, de Newell’s, fue adquirido por Boca Juniors, en el ’97, sin embargo, una pubialgia lo alejó de las canchas, acelerando su retiro. Se hizo crónicala lesión y nunca la pudo superar. “No creo que este caso sea el mismo de Gianunzio. No hay necesidad de que sea quirúrgico. Igual vamos a hacer todo para prevenir esa instancia”, agregó Ferreyra.

Va Rezzónico. En la rutina de fútbol, el defensor Juan Pablo Rezzónico retorna al equipo, tras cumplir su sanción por acumular cinco tarjetas amarillas, en lugar de Nicolás Ballestero. La probable sería con Leandro Requena, Guillermo Cosaro, Rezzónico, Nicolás Trulls y Walter Ledesma; Gabriel Carabajal, Nery Leyes, Agustín Díaz y Claudio Francés; Claudio Riaño y Sebastián Sáez. Hoy entrena desde las 9, en barrio Jardín.