Empató 0-0 con 9 de Julio de Rafaela. Los 42 grados del inicio, el viento y la lluvia condicionaron el rendimiento de la “T”, que se mostró mejor en lo físico y lo futbolístico. Jugó Azcurra y volvieron Gianunzio y Romat.

Quizá las expectativas con las que Arnaldo Sialle asumió este martes el segundo amistoso de pretemporada, ante 9 de Julio de Rafaela, no se hayan visto colmadas debido a un factor determinante, que condicionó el desarrollo del juego: el calor de 42 grados. Luego vino el viento y, finalmente, una lluvia torrencial.

Pero más allá de esa limitación y del 0-0 (en dos tiempos de 25 minutos cada uno), Sialle sí pudo advertir algo importante en su equipo como la mejoría en el ritmo físico y futbolístico que mostraron ayer sus dirigidos con respecto a la primera práctica realizada frente a San Jorge, el sábado pasado.

Ayer, el entrenador dispuso un par de variantes más, que por los motivos mencionados no pudo terminar de contemplar en su total dimensión.

Una fue la inclusión del pibe Marcos Azcurra como volante derecho, una variante que no pudo realizar ante San Jorge por una lesión. El volante no tuvo rastros de la distensión, pero tampoco pudo desplegar la función que Sialle le había pedido: un amplio recorrido por la banda con colaboración en la marca y, luego, llegada al fondo para tirar centros.

Pero más allá de la inclusión de Azcurra, sí sorprendió la de Nicolás Romat como lateral derecho, aunque, al concluir el juego, el DT recordó: “Estoy usando estos cotejos para probar. No será la última variante en los partidos que restan”. En ese contexto, lo importante fue que el correcto rendimiento de la línea de tres no se alteró y que Juan Pablo Rezzónico sigue en franca evolución física y futbolística, dotando al fondo de una seguridad que antes no tenía.

Sin embargo, el punto más fuerte que mostró Talleres ayer en San Jorge fue Nicolás Ballestero, un jugador que dotó al medio campo albiazul de equilibrio, salida clara y pase al pie, además de precisión a la hora de colocar centros.

Ayer tuvo al lado a Emiliano Gianunzio (volvió a ser titular, tras jugar para el remante el viernes) en lugar de Diego Erroz y su rendimiento se mantuvo inalterable. Quien tuvo algunos altibajos fue Ramiro Pereyra, justo cuando se define si será o no el enganche que Sialle utilizará el resto del torneo.

El santiagueño la pidió siempre, pero estuvo lejos del área rival, el sector donde puede hacer sentir su habilidad y desequilibrio. Otro punto que Talleres explotó bien ante un rival que lo exigió más que San Jorge fueron las pasadas por izquierda y por derecha de Walter Ledesma y del propio Romat, quienes pese a ser stoppers se animaron a llegar al área rival

Lo mejor de Talleres se vio en los primeros 15 minutos de juego, cuando eligió atacar por izquierda y complicar a la zaga del León rafaelino.

Ballestero, Ledesma, Carabajal y Azcurra (cambiando de sector) se mandaron por izquierda. Fue el lapso en el que el pibe y Sebastián Sáez tuvieron un par de llegadas claras para abrir el marcador.

Pero con la llegada de la lluvia y el viento, el partido se desnaturalizó. 9 de Julio de Rafaela aprovechó y con la dupla Sebastián Tosetto-Guido Avallán complicaron al fondo albiazul.

Pero el partido no pasó de lo discreto y, sin dudas, las principales lecturas se las llevó Sialle al hotel.