Se quedó. La T no pudo con Central Norte, en Salta. Tomás Armella abrió la cuenta para el local y empató Sáez. Por ahora, sin clasificación.

Dos caras. Dos versiones. Una incertidumbre. Eso dejó Talleres en su paso por Salta. Sí, ante Central Norte, el equipo dirigido por Arnaldo Sialle tuvo un primer tiempo interesante y un complemento lleno de dudas y desajustes. Al final, fue 1-1 en el último partido del año. Tomás Armella abrió la cuenta a los 43 del PT para el local y Sebastián Sáez clavó el empate para la T a los 44.

Pareció que Talleres se iba a llevar puesto a Central Norte. Con una disposición ofensiva, la T se adueñó de la pelota a través de Álvarez y compañía. Y pudo abrir la cuenta con un jugadón individual de Walter Ledesma. El defensor llegó con balón dominado hasta el área y le faltó resolución. A partir de allí, el local entendió que debía jugar su partido.

Entonces Talleres ya no tuvo tanta chispa. La velocidad de Noír más la movilidad de Matías Manzano empezaron a desnudar las falencias defensivas de la T. Y fue Etulain el que debió pegar un par de gritos. Sin embargo, pudo tocar el timbre del primero Talleres, pero el tiro de Sáez se estrelló en el palo cuando promediaba la media hora de juego.

A los 41 vino el aviso. Manzano quedó mano a mano con Etulain y arquero, genial de reflejos, evitó la caída de su arco. No obstante, en la jugada siguiente, mediante un tiro de esquina, vino el golpe del Central Norte. Sí, en el área chica, Tomás Armella (ex Talleres) cabeceó ante la garrafal pasividad de la defensa y el quedo del arquero. 1-0 abajo a los 43.

Se venía la noche para la T. Pero a la vuelta de la esquina encontró el empate. Sáez aprovechó el centro de Romat y el regalo de los defensores salteños (les sobró la pelota) y el pelado fulminó a Maino. 1-1 a los 44 e iguales de vuelta.

Cambiar para peor. El complemento era la oportunidad que te nía la T para allanar el camino y llegar a los tres puntos. Pero nada de ello ocurrió. Los de Sialle fueron un equipo largo, con Riaño y Sáez aislados del los generadores de juego (Álvarez o Carabajal) y todo se complicó.

Contreras lo tuvo a los tres minutos pero Etulain lo evitó. Más tarde, Weiner casi lo grita al rematar esquinado, pero la volada, otra vez de Etulain, siguió manteniendo el 1-1. Sialle entendió que Talleres estaba inconexo en tres cuartos de cancha y decidió meter mano: Ingresaron Lucas Farías y Ramiro Pereyra para conformar una sociedad que abasteciera.

Pero no fue mucho más. Etulain siguió volando para enmendar los gruesos errores defensivos de un equipo distraído al límite. Sin embargo, pudo mojar Talleres pero el arquero Azabache le adivinó la intención al pibe Carabajal y le negó el gol tan necesario.

Después, el partido fue muriendo solito. Talleres debe mejorar y mucho y buscar su verdadero yo.

La figura: Michael Etulain. El 1 de Talleres volvió a tener un partido para destacar. Tapó tres pelotas que tenían destino de red. A Weiner, Contreras y Manzano y debió renegar con su defensa. Se puede discutir si se quedó en el gol. En tanto, Matías Ceballos en la visita mostró jerarquía con su juego.