La desazón invadía al defensor de Talleres Guillermo Cosaro. Es que el árbitro Federico Guaymas sancionó penal al interpretar que el balón pegó en su mano, tras un remate de Cristian Ríos. Todos los jugadores albiazules se le fueron “al “humo” al juez, intentando que torciera su dictamen pero no hubo caso. “Le dije al árbitro que cuando viera las imágenes por televisión, que se iba a querer morir porque se iba a dar cuenta de que no fue penal. No hay confusión, la pelota me pega en la cara, por eso, tengo mucha impotencia”, alegó Cosaro, aunque admitió que el equipo no jugó bien: “Nos costó mucho llegar al arco de enfrente. Tenemos que seguir mejorando. No hay mucho tiempo y menos en este torneo, que sabemos los arbitrajes que tiene”.

A su vez, Michael Etulain, arquero albiazul, habló en esa sintonía: “Nos estamos acostumbrando al torneo, que tenemos que luchar contra el rival, contra la gente, contra el árbitro. (Matías) Fler me dedicó el gol a mí y a la gente de Talleres, el sabrá por qué lo hace”.