“Sapito”, en baja. Los integrantes del grupo inversor tendrán una reunión cumbre. Deberán llegar a un acuerdo sobre el DT, un tema que ya los dividió y sacó de la escena al accionista Salum. Por ahora, las acciones del entrenador, decrecieron.

El duelo será corto para el Fondo de Inversión de Talleres. El próximo torneo Argentino A se iniciará en agosto, pero los empresarios comenzarán a sentar las bases del nuevo Talleres, en pocos días. Sin embargo, antes de eso el grupo que coadministra el club conjuntamente con el tendrá un compromiso ineludible: una reunión cumbre para restañar heridas y acomodar las cargas para el futuro.

Hubo varias decisiones que generaron cierto distanciamiento entre varios de los miembros y la salida de escena de uno de ellos como el accionista Ernesto Salum.

La llegada de los refuerzos Zárate, G. Barón, Dutari y Seri, a través del empresario Luis Grillo, el enfrentamiento con el asesor deportivo del fideicomiso Víctor Binello, la designación de Gustavo Coleoni (en lugar de Caruso Lombardi o Islas), y hasta su misma permanencia tras el 1-5 con Guillermo Brown, fueron algunos de sus argumentos.

¿Más? El directivo no bancó que se le cuestionara su famosa frase “ascenso o fracaso”, porque siendo, todos los miembros del fondo pensaban lo mismo, aunque él era el único que lo admitía públicamente. O que aquella famosa lista de borrados haya sido negada, cuando se había tirado sobre la mesa.

Salió de la escena y mantuvo un silencio de radio hasta ayer que dijo a Mundo D: “Hay que tomar decisiones rápidas”. ¿Se planteará la continuidad de alguno de sus miembros? “Esperemos que no”, agregó Salum a Radio Suquía.

“Hay que rever todo. ¿Fracaso? Para mí es una desazón... No hay que hacer declaraciones a título personal”, sostuvo Rodrigo Escribano, presidente del Fondo. La reunión será hoy a la tarde y la agenda se abrirá con la idea de restañar heridas. Es lo que se necesita.

Coleoni, en baja. El DT será la primera decisión. La que pondrá a prueba a todos, Será un fallo que deberá quedar lacrada a fuego y sin renuncios. La foto del final con Escribano consolando a los jugadores en Sunchales en soledad ni aquella en la que se responsabilizó de todo tras el 1-5 con Brown (fue ante el plantel al que le dijo que no había listas ni nada), es lo aconsejable.

Coleoni tiene un año de contrato, quiere “revancha con un plantel propio”, tiene su proyecto y hará valer que mostró a los pibes y borró “grandes” –algo que fue del gusto de los directivos–, cuando el equipo fue eliminado en el nonagonal, aunque al final terminó con un mix.

El Fondo someterá a votación su continuidad. El de Salum, en su vuelta a la acción, será un voto negativo. Hasta se lo dijo en la cara a Coleoni. En esa misma sintonía se inscribirían Alberto Escalante, el vicepresidente del Fondo, y quien representa a uno de los accionistas mayoritarios como es el ex presidente del club Miguel Srur.

Aldo Roggio, el otro accionista mayoritario, tampoco habría quedado muy de acuerdo con la gestión Coleoni.

Los números (15 partidos; seis ganados, tres empatados y seis perdidos, 47% de efectividad), cómo jugó el equipo, los papelones con Madryn (histórico 1-5 en la Boutique), Huracán (TA) y Unión de Mar del Plata y algunas declaraciones del DT, serían los argumentos negativos.

Escribano, el hombre del día a día de Roggio en el Fondo, no quiso anticipar nada más allá de afirmar que el DT “conoce” el Mundo Talleres, aunque la decisión se discutirá grupalmente. Bertinetti, el cuarto accionista, De Biasi y Maslub, son los otros inversionistas en condiciones de votar.

Si la decisión es que “el Sapito”, habrá que subir la apuesta. Prescindir de Arzubialde fue novedoso porque se priorizó l rendimiento del equipo antes que la posición (iba puntero con un 58% de efectividad). Pero de Caruso Lombardi e Islas se pasó a Coleoni (que tenía trabajo) y en el medio se comieron a Chazarreta, el coordinador de inferiores. El sucesor deberá adaptarse al proyecto, el de darle cabida a los propios. Si Coleoni sigue, ya sabe la reglas; y en el Fondo, renuncios y desencuentros deberán quedar de lado.

En cuanto al plantel pasado, en el Fondo no hay disenso. Se planteará la continuidad de los foráneos Crivelli, Gianunzio, Ruiz, Riaño y los lesionados Cejas y Rezzónico. Mientras tanto el número de refuerzos sería reducido a tres o cuatro.

Pasar el receso. El Fondo, que cumplirá un año en pocos días, bajará el presupuesto millonario. Además debe prepararse para absorber el impacto de no ascender y pasar el receso. Cinco recaudaciones de entre 200 mil pesos (los cuatro mil entradas que se vendían), una campaña de socios (11 mil afiliados tiene el club) y escasos ingresos de TV (en la B son 3,5 millones, en el Arg. A, 24 mil mensuales).

Autoconvocados. Hoy a las 18.30 distintas agrupaciones y sectores políticos de Talleres se reunirán en la sede para debatir. Impulsados por el grupo de socios Autoconvocados intentarán hacer un cabildo abierto y con las conclusiones pedir una reunión al Fondo.