El ex DT de Talleres, Rubén Darío Insúa, estuvo ayer en el despacho del juez Silvestre, en el marco de una audiencia conciliatoria tras su despido injustificado, en 2008. Insúa reclama a la quiebra cerca de 800 mil pesos, contando intereses. Como no fue ningún abogado de Ateliers, empresa que administraba al albiazul en el momento de su cesanteo, la causa avanza camino a la sentencia. Esa deuda forma parte de un potencial pasivo laboral, aunque desde el fideicomiso lo computan dentro de los 11 millones de pesos que tiene la entidad de barrio Jardín de deuda.