El DT de Talleres presagia un final feliz. “Que nadie se vaya, éstos son mis jugadores, los que hoy tengo”, le dijo a Día a Día.

Habla pensando. Piensa hablando. Mezcla emociones y exterioriza un sentir. Héctor Arzubialde llegó vestido de bombero a este Talleres. Hoy se lo ve lejos de la autobomba, no paseando, pero holgado en el ánimo, con buenas perspectivas de un Talleres puntero en el Grupo 2 del Argentino A. Pero parece que el DT tiene presente en la cabeza la marca legendaria de aquella frase del ex arquero José Luis Chilavert: “Tú no has ganado nada”. Arzu está pleno porque su equipo responde.

Pero ganar, es el verbo que insiste en conjugar. Porque los logros del momento son pocos para el destino de gloria que todos quieren en este Talleres. Ante Día a Día afina sus ideas y las lanza: “Estoy convencido de que vamos a generar una historia”. Descansa, piensa otra vez y reafirma. Así será todo, hasta el final. “Ha sido una semana muy buena, con la tranquilidad de un muy buen triunfo en Mendoza (1-0 a Maipú) y una semana de trabajo intensa a la vez, porque no nos podemos quedar con esto”, abre y espera preguntas.

–Y seguís hablando mucho con los jugadores, del fortalecimiento del grupo…
–Yo creo que más allá de que lo que sostienen los andamiajes colectivos son las individualidades, estas individualidades son importantes que aparezcan cuando lo colectivo no alcanzó. Nosotros permanentemente estamos cerca de los jugadores, de cómo se encuentran, saber cómo están.

–¿Sos de insistir o eso cansa?
–A esta altura del año, el jugador es como que comienza a relajarse, Todos pensamos en las fiestas o en las vacaciones.Y nosotros no podemos descansar hasta el 13 de diciembre. Tenemos que seguir ganando hasta esa fecha y ahí tendremos ganado nuestro descanso mental y físico. Yo trato de que esto no decaiga.

–¿Te cuesta mucho?
–A veces uno se hace reiterativo. Pero se trata de buscar nuevos desafíos. Hablo de que debemos superarnos desde la primera rueda y seguir consolidando algunas cosas. Estamos disimulando bien ahora algunas ausencias de jugadores importantes e irreemplazables en base a características, pero que han sido bien suplidos por otros jugadores. A la larga habla bien del andamiaje colectivo del que hablábamos.

–Hoy te das el lujo de cambiar el 75 por ciento del mediocampo ante Estudiantes.
–Sí, pero yo armé otro equipo para aquel partido con Deportivo Maipú. Pensamos en un mediocampo para ese partido y muchos jugadores se amoldaron a esas circunstancias. Quizás en otra cancha o con otro rival no sea viable.

–Y eso termina incidiendo en la imagen de Talleres...
–Nosotros tenemos que ser, primero, inteligentes. Saber atacar y defendernos. Tenemos que aprender a terminar los partidos con mayor posesión de pelota y cuando no la tenemos debemos saber jugar los últimos minutos sin ella. Tenemos que saber manejar momentos. Eso te lo da la personalidad y la solvencia que ha sido una característica con la confianza de hacer goles siempre. Eso hace mella en lo psicológico en los rivales.

–Cuando llegaste y asumiste hablabas de la “falta de respeto” a la camiseta. ¿Eso se revirtió?
–Talleres motiva a propios y extraños. Aún todos van a querer faltarnos el respeto. Y no nos tiene que enojar. No nos tiene que sacar de nuestro objetivo. El respeto en el fútbol, que a veces dura 10 minutos, se construye todos los días. Hay que cimentarlo y lo estamos haciendo.

–¿A cuánto estás de tu idea de patrón de juego?
–Creo que habíamos encontrado un equipo y se fue cayendo en base a jugadores importantes que hoy no los tenemos. Estamos en la búsqueda de un mejor funcionamiento. Algunos dirán: ‘Ah, mierda, éstos están en la búsqueda todavía y van primeros’. Esa búsqueda hace que tengamos que cambiar. No podemos dejar de pensar en ganar. Ganar es nuestra mayor búsqueda, es el desafío de aquí al final.

–Y hay jugadores como Agustín Díaz, quien se recuperó anímica y futbolísticamente...
–Él es un chico que trabajó para esta oportunidad y no se le había podido dar antes. Entró y pudo hacer un hermoso gol de tiro libre y eso le trae confianza y mayores desafíos. Estos jugadores caen en altibajos y esos son los desafíos que deben superar. Es un buen chico Agustín, quiere seguir creciendo y es un pibe al que le han pasado un montón de cosas en este poco tiempo. Su personalidad se va templando en un año complicado. Son momentos complicados para ponerse la camiseta de Talleres. Y hay que ponérsela en esta dificultad que tenemos.

–¿El jugador debe afinar su sentido de la oportunidad?
–Sí, el fútbol es eso, es oportunidad. Hablan de la buena suerte. La buena suerte es encontrar la oportunidad con el trabajo de uno y es encontrarla en un punto. La oportunidad llega y hay que trabajar permanentemente a la espera de ella. Hay que aprovecharla cuando llega y esto es el fútbol.