Arzubialde no renuncia a ser ofensivo y dispondr

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ía de una línea de tres defensores y en el medio un enganche para cuando Talleres reciba a Maipú de Mendoza.

La ambición de querer ganarle a Maipú de Mendoza, el domingo a las 16.30 y de conservar el primer puesto de la tabla, hizo que el DT de Talleres, Héctor Arzubialde, no renunciara a su propuesta ofensiva. Por la expulsión del goleador Adrián Aranda, lejos de refugiarse con dos líneas de cuatro, esquema que utiliza habitualmente, resolvió apostar a un ambicioso sistema de 3-4-1-2, con la utilización de Ramiro Pereyra de enlace.

Respecto del equipo que superó 3-1 a Alumni, hubo tres modificaciones: Pereyra por Ricardo Marín; Mateo Martinelli por el lesionado Ignacio Anívole y Claudio Riaño por el expulsado Adrián Aranda.

La formación fue con Federico Crivelli; Gabriel Ruiz, Walter Ribonetto y Juan Pablo Rezzónico; Víctor Cejas, Emiliano Gianunzio, Miguel Monay y Mateo Martinelli; Pereyra; Lisandro Sacripanti y Riaño. Vale destacar que ayer no entrenó con normalidad Fabio Pieters, a raíz de una contractura en el aductor de la pierna derecha, y su situación está comprometida (ver aparte). Monay sería su reemplazo. Hoy a las 16 en el Estadio Córdoba, práctica de fútbol, en donde habrá mayores precisiones en cuanto al equipo que enfrentará a Maipú.

Riaño y las Ventajas. Riaño llegó a Talleres proveniente de Racing, en donde no tuvo participación en el primer semestre, a causa de una pubialgia. Desde que llegó a Talleres, Riaño jugó tres partidos, y convirtió un gol ante Desamparados. “No quiero dar ventajas en nada. Afortunadamente no me jode (sic) nada de la lesión, y por eso, quiero demostrar que puedo jugar. Estoy tranquilo, cuando Arzubialde me dio la pechera para ser titular, me entusiasmé mucho”, contó Riaño.

Sobre su lugar en el equipo, el atacante de 22 años mostró satisfacción y un poco de sorpresa. “Llegué para remarla, hay otros tres enormes delanteros de experiencia como Aranda, Sacripanti y (Damián) Solferino, de quienes aprendo mucho todos los días. No me tengo que confiar, y espero rendirle al equipo para ganar”.

Riaño llegó a préstamo por dos años, y una opción de 180 mil dólares. “Uno es consciente que vino a vestir una camiseta con historia y tengo que responder. Yo soy un luchador, no bajo los brazos y siempre estoy a disposición. Ojalá se nos dé y sigamos punteros”.

El pasivo de Talleres podría quedar en 5 millones de pesos. Con el crédito de Petrone más la venta de Pastore, se embolsarían unos 6 millones de pesos.