Con un aporte de 8 millones de pesos en 3 años, Roggio, Srur, Salum y Bertinetti financiarán al club albiazul y decidirán. ¿Administración o concesión?

A las 11 de este lunes, en Tribunales, el juez Saúl Silvestre, a cargo de la quiebra albiazul, dará a conocer su aprobación al auxilio económico de la Asociación Fondo de Inversión Talleres SA, el que se estimó en 8 millones de pesos para los venideros tres años.

La firma cuyos accionistas mayoritarios son Aldo Roggio y el ex presidente Miguel Srur propone una extensión de tres años más, para el caso de que el club hubiera sido saneado. Su directorio se conformará con el presidente Rodrigo Escribano, el vice y ex dirigente Alberto Escalante, cuatro directores titulares como Salum, Bertinetti y los mencionados Escalante y Escribano; y cuatro accionistas: Srur, Roggio, Salum y Bertinetti.

Serán 4 millones ahora, dos más en 2012 y dos más 2013, y serán destinados a mantener el día a día. Ejercerían la función de administración y el fideicomiso los controlaría, además de dedicarse al pago de la deuda de 26 millones de pesos.

Recupero y garantías. Los aportantes plantean recuperar la inversión inicial. Manejarán las recaudaciones (no los créditos pendientes, caso Petrone) y las ventas de jugadores: si es un jugador del club, tendrán un porcentaje menor; si traen un jugador y luego se transfiere, la fracción será mayoritaria.

“No es un gerenciamiento. Por eso es una asociación sin fines de lucro. No se dona porque la idea es atraer a otros inversores. Si hay utilidad es para la quiebra. También puede ocurrir que se compre un jugador y no se pueda vender. Además, tanto Srur como Roggio garantizaron los pagos, aun si les ocurriera algo”, dijo una fuente del Fondo.