A los 36 años, Lussenhoff palpita su despedida de Talleres y del fútbol, mañana ante Desamparados. “Respeté mi palabra, dije que me quería retirar con esta camiseta y cumplí”, contó.

Federico Lussenhoff ensaya el adiós. La nostalgia lo invade. No sólo se aleja de Talleres, también de su carrera futbolística. A los 36 años, asumirá a partir de junio labores como asesor deportivo de Xerez. Antes del partido ante Desamparados, que servirá como despedida de la gente, habló con LA MAÑANA de estos dos años y medio que vivió en barrio Jardín. “Dicen que el futbolista muere dos veces: cuando se retira y cuando se va al cielo. Ya lo estoy empezando a madurar. A la larga me va a picar el “bichito” de volver a jugar, pero por ahora, no lo tengo presente. Por suerte me voy a dedicar a un rubro vinculado al fútbol, pero no será fácil aceptar el retiro”, sentenció el “Colorado” con emoción.

- ¿Cómo te imaginás la respuesta del hincha?
-Es un partido que no se juega por nada, pero será inolvidable para mí. Por fallas nuestras nos quedamos afuera del Pentagonal. Es una materia que quedará pendiente. Hubiera preferido irme de otra manera, con el ascenso, pero no me reprocho mucho porque siempre me entregué al máximo, al límite.

-¿Por qué la gente te quiere tanto? Estuviste en una campaña mala, no conseguiste muchos logros en Talleres...
-Nunca le mentí al hincha. Por eso. Cuando (Carlos) Ahumada me llamó estaba en River, me ofreció un buen contrato y ahí empezó a escribirse la relación con Talleres. El cariño y el afecto siempre estuvo. Respeté mi palabra, dije que me quería retirar con esta camiseta y cumplí. Surgió la propuesta de mi vida, que es lo de Xerez, y sin embargo, me quedé hasta el final, como prometí.

-¿Son entendibles los cuestionamientos que recibiste, entonces?
-Respeto al que me critica con fundamentos, que no llegué bien en lo físico o en lo técnico, pero cuando se va más allá de la cuestión, no lo comparto. No me gustó que dijeran que no quería participar, o que me hice expulsar ante Santamarina, buscando si soy héroe o diablo en cada partido.

-Se te tildó de demagogo incluso...
-Reconozco que fue una circunstancia anormal, pero para mí era más fácil quedarme en el palco viendo fútbol de primer nivel, Xerez contra Real Madrid, o estar en el Bernabéu viendo Barcelona. Pero lo que digo lo respaldo con hechos. Hay jugadores que son demagogos, y que le versean a la gente, ése no es mi estilo y creo que lo demostré, con todo lo que resigné para cerrar mi ciclo en Talleres.

-¿Qué fue lo mejor y lo peor de tu historia en Córdoba?
-Salir a la cancha en cada partido y recibir tanto cariño y respaldo. Talleres jugaba a lo largo y ancho del país, y siempre había hinchas alentándonos. Eso te marca, siempre voy a estar ligado a este club. Lo peor fue el descenso. Igual, creo que la institución está encaminada y tiene rumbo para seguir creciendo.

Mañana, a las 17, un grupo de hinchas convoca a un banderazo en Vélez Sársfield y bulevar San Juan, en la previa del cotejo en el Estadio Córdoba.