Giordano, figura frente a Alumni, está maravillado por lo que genera la T. Hoy, a las 9, el matador retoma los entrenamientos en La Boutique.

El Estadio Córdoba tiembla. Casi 20 mil saltos simultáneos mueven el cemento, al ritmo de un canto tribunero desenfrenado. “¿Habrá sido gol de Talleres?”, se pregunta a sí mismo algún desprevenido que no llegó a escuchar bien los relatos de la radio. Pero no. El comentarista asegura que el que está por empatar es Alumni, que es la visita la que tiene un penal a favor y entonces al oyente se le rompen los esquemas. No entiende nada, casi tanto como los jugadores del albirrojo de Villa María que “sufren” dentro de la cancha.

¿Quién movilizó a las masas en el momento más hot del partido? Matías Giordano, el arquero albiazul. Antes del penal, el 1 le pidió a la gente que arengue “para que se achique el arco” y mufó al rival encargado de patearlo (Nahuel Caler) con algunas palabritas al oído. Luego, terminó atajando ese disparo decisivo para que la T consiga ganar 2-0 y así quedar a las puertas de la clasificación a la Fase Final del Apertura del Argentino A.

“Siempre practicamos penales en la semana. En Quilmes le atajé tres penales a Godoy Cruz en una definición de una copa de verano y me gané la fama de ser bueno en el rubro, pero tampoco me han pateado tantos”, le dijo ayer Giordano a Día a Día.

“Pienso que las buenas actuaciones vienen de la mano de los estados de ánimo. Me considero un arquero regular, no espectacular. Siempre trato de cumplir haciendo las cosas simples. Casi no hice trabajos de pretemporada, me puse a punto como pude y me alegra venir de menor a mayor como hasta ahora”, agregó la figura del equipo ante Alumni.

Igualmente, el arquero fue autocrítico con la producción general del Matador el domingo y sostuvo que se deberá levantar el nivel en la visita a Central Córdoba de Santiago del Estero.

“Ellos nos perdonaron la vida en el primer tiempo. Tuvieron las opciones más claras y las desperdiciaron. En el segundo, manejamos la pelota, llegó el gol del Colo (Lussenhoff) y después tuve la suerte de atajar ese penal. Para ganar en Santiago hay que mejorar”, explicó el ex Chacarita, Quilmes y Deportivo Merlo.

Finalmente, el 1 se refirió a lo mucho que “mueve” el Mundo Talleres: “Esto es un mundo aparte, impresionante. Me pone muy feliz jugar acá y no me molesta haber bajado de categoría. Hay que devolver a Talleres donde se merece”.

Se centra en Central Córdoba. Hoy, a las 9, en barrio Jardín, Talleres retomará los entrenamientos pensando en Central Córdoba de Santiago del Estero. La T visitará al Ferroviario el domingo, a las 18, con dos bajas y varias altas. No estarán Germán Palacio (desgarrado), ni Damián Solferino (suspendido), pero podrán retornar Edgardo Galíndez, Cristian Basualdo y Federico Arce, quien está prácticamente recuperado de su lesión. En tanto, Emiliano Ciucci podrá jugar porque, en el Consejo Federal, registra sólo cuatro amarillas y no está suspendido.

¿Interés por Moreyra? Trascendió que Julio Moreyra podría jugar en la T el año que viene. “No me llamaron, pero soy un profesional y no tendría problemas de jugar en Talleres”, le dijo a Día a Día el ex defensor de Instituto.

Premios postergados. Ernesto Salum, titular de la Fundación Azul y Blanco, aseguró ayer que, por el momento, no se discutirá con el plantel el tema de los premios por objetivo “por la delicada situación que atraviesa Talleres”. Además, sostuvo que tanto los jugadores como los empleados del club están al día en materia de sueldos. Por último, manifestó que, de los 250 mil pesos recaudados ante Alumni, más del 60 por ciento fueron destinados a gastos de la Policía, controles en los accesos y multas por los incidentes en Mendoza y en San Luis.