Se aplicó el derecho de admisión a unos 40 barras de “La Fiel” y no hubo incidentes en el clásico.

En la antesala del clásico entre Talleres y Racing se tejieron muchas especulaciones en torno a posibles incidentes. El primero tiene que ver con la rivalidad que existe entre ambas parcialidades, acrecentada con un entrevero en el partido de la Selección y Ghana, el pasado 30 de setiembre, donde unos hinchas albiazules robaron una bandera a sus pares “académicos”. El otro foco de atención eran los resabios que quedaron tras el escándalo en San Luis, donde varios hinchas motivaron a la suspensión del partido. Esos argumentos mantuvieron alerta al Cosedepro, y a los encargados de seguridad. Por eso, se resolvió aplicar derecho de admisión a varios integrantes de la barra de “La Fiel” de Talleres.

El temor se centraba en la posible reacción de esta facción, pero afortunadamente nada ocurrió. Durante la semana, incautaron y dieron de baja desde Talleres a más de 250 carnets, sin fotos, que eran utilizados por los hinchas. Ayer no le permitieron el acceso a cerca de 40 barras, aun con entradas en mano. Pese a que algunos de ese grupo lograron ingresar, no se pudo individualizar a sus cabecillas. En la cabecera norte, al principio la gente les dejó el lugar tradicional, y cuando algunos hicieron su ingreso, fueron reprobados con silbidos por todo el estadio.

En total, el operativo arrojó cerca de 20 detenidos: dos hinchas de Racing que se robaron una pelota; y fueron demorados 17 simpatizantes de Talleres por contravenciones menores, y anoche recobraron su libertad. “El saldo fue muy positivo, no hubo nada para lamentar. Afortunadamente, el derecho de admisión funcionó correctamente, y ni siquiera fue necesario detenerlos. Tampoco hubo inconvenientes a la salida, así que nos vamos contentos a casa”, comentó Víctor Bustos, encargado de seguridad de Talleres. Clásico en paz.