"Humbertito" dijo que no tuvo responsabilidad en el descenso.

Humberto Grondona estuvo de paso por la ciudad. Antes de viajar a San Francisco, donde hoy acompañará al Sub 18 que fue invitado por Sportivo Belgrano para festejar el ascenso al Argentino A, en su condición de subdirector de selecciones nacionales.

El ex DT de Talleres pasó por La Voz del Interior , junto a Piero Foglia (ex coordinador de las divisiones inferiores de la “T”), y dijo que el descenso podría haberse evitado, ya que, al momento de partir, dejó un equipo bien encaminado. “No lo esperaba. Me fui convencido de que Talleres se quedaba porque tenía que hacer 24 puntos... de que iba a llegar a una promoción”, dijo Grondona, quien sacó 32 puntos en la primera rueda.

–Caruso dijo que era una “papa” dirigir a Talleres…
–Sí. Se lo agradezco. Tuve varias charlas con él, antes de que dirigiera Racing. Era una opción para Talleres y para Arsenal. Después, allá se decidió por Burruchaga y acá por Sánchez.

–¿Fue absurdo el descenso?
–Las cosas por algo suceden.

–¿Se podía evitar?
–Sí. Se podía evitar. Estaba segundo, iba bien, arriesgaba. Después vi que la táctica se fue modificando. Llegó una tormenta y todo lo que se hizo, se evaporó. Empezaron las peleas internas...

–Ante Unión los jugadores se pelearon en pleno juego...
–Sucedieron cosas extrafutbolísticas que no están bien.

–Braian Robert dijo que todos sabían que, cuando usted se fuera, el vestuario explotaría...
–Eso me sorprendió. No lo esperaba. Se intentó todo, pero los refuerzos no eran los que uno pensaba. Vinieron jugadores que no los tenía en mente. Las peleas fuera de la cancha hacen que después, en el campo, las cosas no estén bien. Hubo jugadores que, de la mañana a la noche, dejaron de jugar. Stang tardó en recuperarse, Galíndez me decía que estaba para jugar y no lo veía en el banco... Jugadores que, estando conmigo, eran titulares.

–Ahumada soslayó la elección de su relevo. De Caruso pasó a Sánchez, luego a Peralta y finalmente a Saporiti. Nada que ver el perfil ¿Cómo lo vio usted?
–Me sorprendió que cenara con Sánchez, aunque antes él dijo que iba a ser el DT de Talleres, cuando se fue Comizzo. Hablamos, me pareció correcto. No sé, no estuve en el manejo. Después vino Peralta. Todos tenemos ganas de dirigir. Se le dio la confianza y, en el momento que se lo tenía que sacar, se lo dejó. Y, cuando se tenía que quedar, lo sacaron.

–¿Se hace cargo de algo de este descenso?
–No. Lo único que sé es que dejó un auto en la pole position, preparadito. Yo lo dejé. Después pinchó las cuatro gomas y no llegó, pero hubo 19 fechas para andar con ese auto preparadito.

–Que haya participado de esa reunión con Sánchez y que Ahumada le pida asesoramiento, ¿no lo hace un poco responsable?
–Yo no recomendé a nadie. Yo le dije: “Así el equipo está bien, reforzalo”. Le dejé una lista de 10 refuerzos, que ustedes la publicaron. Dejé de venir a la Boutique porque sufría mucho. Quería ver un Talleres que ganara siempre. Al final se iban a terminar enojando conmigo. La ultima vez que vine, que el equipo perdió, todos me pidieron que volviera. Pero uno me gritó “volvé cu...”. Tienen razón. Pueden estar enojados porque me fui, entonces no debo ir. Yo sé que no hay dos sin tres. Sería mi tercera. Yo fui un loco en agarrar para la promoción. No estoy manchado por el momento. Quiero mucho a este club y sé que voy a volver.

–¿En diciembre?
–No sé. Mi contrato en AFA termina en diciembre. Si vuelvo a dirigir, será en Talleres. En diciembre, en enero, depende.

–¿En qué división?
–Talleres es grande en cualquier división.

–¿Por qué se fue?
–Tenía que irme para recomponer mi situación familiar.