Anoche Talleres perdió un partido clave para mantener la categoría. Los Andes, un rival directo, le ganó en la Boutique por 2 a 1. A seis fechas del final, la “T” sigue en zona de descenso directo y más complicado.

Al final no hubo goles para gritar, ni jugadas milagrosas para recordar, ni victorias salvadoras que festejar. La nueva "final" que debía superar Talleres terminó con la imagen menos deseada: el equipo derrotado ante Los Andes, un rival directo, por 2 a 1 y con las detonaciones de las armas de la Policía apurando una desconcentración de hinchas albiazules que preocupó a todo el barrio Jardín.

Más allá de los picos de bronca que significó la derrota, la mayoría de los hinchas optaron por la resignación antes que por tratar de hacer justicia con algún acto de violencia. Sí reprobaron, durante el partido, la actuación de Martín Cabrera, a quien insultaron por su indolencia.

El cuadro final respondió a una nueva decepción de un equipo que se quedó sin respuestas futbolísticas y anímicas, en ese orden, para ofrecer dignamente una señal esperanzadora de que pueda revertir este difícil momento.

La "T" quedó con un promedio de 1,074 y sigue último en la tabla del descenso. Los Andes se fue a 1,156 y metió a Almagro junto a Talleres en la zona del descenso directo. En este caso, si el Milrayitas suma nueve puntos más y All Boys, otros cinco, serán inalcanzables para el equipo albiazul.






"Ahora hay que ganar y rezar", expresó Federico Lussenhoff a la salida del vestuario. Otro que habló fue Cristian Zermattén y dijo: "Hay jugadores que no están comprometidos con esta situación. Yo lo estoy". El volante dejó picando una situación interna del plantel que en su momento hizo pública Daniel Valencia.

Una vez más, los dirigidos por Raúl Peralta dejaron pasar la chance de vencer a un rival directo. Ahora, para mantener la categoría no sólo depende de lo que haga en sí mismo, sino que tendrá que esperar la ayuda de malos resultados de sus rivales directos como Almagro, Los Andes, Platense y All Boys, a quienes no pudo vencer en esta segunda rueda de la B Nacional.

Anoche, Talleres cabalgó con la desesperación, el apuro y la necesidad de obtener un triunfo. Lo mismo daba si era jugando bien, o como se dio finalmente. Este era el momento en el que el fin lo justifica todo y en el que el medio (jugar para ganar) no es un elemento determinante en el resultado. Con ese plan, salió a jugar Talleres. Y así le fue.

Arrancó esperanzado con alguna que otra gambeta de Wilchez, pero dos errores (que derivaron en los goles de Los Andes) lo condicionaron para todo el partido.

Quedan seis partidos para el final del torneo, con sus 18 puntos en juego. Para la siguiente "final", Talleres no contará con Cristian Zermattén y Martín Cabrera porque anoche fueron amonestados y llegaron al límite de tarjetas amarillas. Y habrá que esperar por Pablo Azcurra, Lucas Wilchez y Sebastián Bartolini, quienes terminaron lesionados.

Hasta Carlos Ahumada, gerenciador de Talleres, recibió reclamos. Algunos plateístas le recriminaron que haga algo para salir de este momento, y el empresario trató de dar alguna explicación.

La situación de la "T" es delicada. Su permanencia en la B Nacional pende de un hilo muy fino que tendrá que reforzar con triunfos y mucha ayuda de los demás.

En descenso directo

Con el resultado de anoche, Talleres y Almagro quedaron en zona de descenso directo. En la reválida están Los Andes y la CAI. Si el Milrayitas suma nueve puntos más, y All Boys cinco, serán inalcanzables para la "T". Almagro está tres arriba y Platense, a 12.

Incidentes

El parte policial informó que hubo 29 detenidos luego del partido. Además, ocho policías terminaron con diferentes golpes y dos de ellos fueron derivados al Policlínico Policial. Por último, dos patrulleros sufrieron la bronca de los hinchas de Talleres.