Cuando a los 30 minutos del segundo tiempo del partido contra Almagro el técnico de Talleres, Raúl Peralta, decidió hacer ingresar al mejicano Bardo Fierros por Sebastián Cobelli, la cámara de televisión mostró la bronca del rubio delantero por el cambio. Tanto fastidio tenía que le pegó una patada al banco de suplentes. No podía ocultar el disconformismo por dejar al equipo en un momento complicado, porque ocurrió al minuto del empate del Tricolor. 

“Uno se calienta con el cambio porque no le gusta salir. A todo jugador le gusta jugar y no le gusta salir. En ese momento sentí que era un partido que no podíamos empatar. Al instante que nos hacen un gol (el técnico) saca un delantero por otro delantero”, expresó ayer Cobelli a Radio Mitre. 

El delantero no ocultó su bronca y trató de justificarla. “De última era un partido que teníamos que ir a buscar y todo el mundo sabe de que Bardo (Fierros) hacía un año y medio que no jugaba. No tengo nada contra el chico y ojalá sea la figura del campeonato. Pero me pareció que el cambio no era delantero por delantero. Había que buscar el resultado y porque justo nos habían metido el gol”, agregó. 

Sobre su actitud, Cobelli finalizó: “No sentía que yo haya jugado mal. He salido con Humberto (Grondona) y con Juan (Amador Sánchez), y jamás he dicho nada. El enojo fue por la ambición y de que adentro se veía que se podía ganar, y que no íbamos a buscar el partido con un delantero más. Nada más. No tengo nada contra el entrenador o mis compañeros”.