Wilchez se quejó por los constantes cuestionamientos que recibe el equipo, aunque los acepta. “Parece que en Córdoba no hay otros clubes”, se descargó.

El enlace de Talleres, Lucas Wilchez, siempre tiene un andar tranquilo, y pocas veces suelta una declaración resonante. Pero ayer dijo basta. Aun sin mostrarse muy eufórico, le dijo a LA MAÑANA que se siente cansado de que los medios y la opinión pública critiquen todo el tiempo al elenco albiazul. “Siempre se largan rumores en Talleres, de todo tipo, y la verdad no sé de dónde salen. ¡Basta de hablar mal de Talleres por Dios! No todo lo que se dice es cierto. Desgasta un poco todas esas cuestiones, igual nosotros nos tenemos que abstraer de todo. Sabemos que la situación es difícil, asumimos la responsabilidad”, se descargó Wilchez.

-¿A qué te referís?
-Prendo la tele, y todos los noticieros hablan de Talleres, pero siempre de mala manera. Parece que no hay otros clubes en Córdoba, también está Belgrano, Instituto... Siempre escucho: “Talleres, esto”, “Talleres lo otro”. Nosotros tenemos que estar metidos en lo nuestro, nada más. Hay mucho en juego. Queremos evitar que los problemas incidan dentro de la cancha. Reconocemos que transitamos por un momento complicado, agobiado por el descenso, y vamos a hacer todo lo posible para zafar como sea.

-¿Desgasta trabajar en este contexto?
-No tenemos otra opción. Hay que meterle para adelante. Estamos obligados a ganar. De local no podemos perder puntos, por la situación que vivimos. Hay que mantenerse tranquilo, y no volverse loco, porque la cosas pueden salir peor todavía. Hay que tratar de disfrutar dentro de la cancha.

-¿Se puede disfrutar del juego teniendo en cuenta el momento del equipo?
-Sí, yo trato de disfrutar, siempre con responsabilidad. Muchos de mis compañeros y yo tratamos de entrar con esa actitud. Personalmente, quiero jugar y divertirme, para que no sea haga tan pesado. Creo que esa es la mejor manera de conseguir resultados. Ojo, pero sin perder de vista el objetivo, ni el compromiso, porque cuando hay que meter más la pata, se deja de lado totalmente la diversión para hacer lo imposible para ganar.

-¿Volvés a jugar de enganche el domingo?
-El DT tiene la última palabra. Ojo, estaba cómodo jugando de volante por izquierda, porque tenía mucha libertad para moverme. Pero ahora voy a poder atacar por las dos bandas. No va a cambiar mucho mi función, por más que sea un enganche clásico.

-Vienen dos partidos vitales por los promedios...
-Pensemos primero en San Martín, después en Almagro. Ahora son todas finales para nosotros. Si sumamos estos seis puntos, vamos a tener una importante plataforma para afrontar lo que viene. Pero no debemos perder de vista el primer objetivo, que es ganarle como sea a los sanjuaninos.