El ex delantero "observará" a los rivales. Antes, ganó un reality, salió con famosas y fue conductor de TV.

Alejandro Kenig totalizó 19 goles en sus dos pasos en Talleres (1990 y 1993). Las conversiones y la determinación que "el Gordo" ponía en cada jugada, le alcanzaron para que se producir un fenómeno: que un jugador sin tonada ni arraigo cordobés (es marplatense), entrara para siempre en el corazón de la gente. Hoy volvió a la "T", como colaborador del entrenador Juan Amador Sánchez. "Es un amigo. Es alguien que va a sacar adelante al equipo. Voy ayudarle lo que necesite. En principio voy a observar los futuros rivales", le dijo "el Tanque" a La Voz del Interior.

–¿Le donaste al club una deuda de 40 mil dólares?
–Sí, es verdad. Si hubiese tenido necesidades, la hubiera reclamado. Pero no las tenía.

–Antes, como agente Fifa, trajo al ecuatoriano Baldeón y lo hizo quedar mal...
–El que más perdió con Baldeón fui yo. Perdí la plata que invertí en él y se fue de Talleres antes de tiempo. Ahora llegó Battauz y también hice un ofrecimiento por el pibe Pastore, de dos millones de dólares. Puede ser una entrada para el club.

–¿No es incompatible colaborar con el DT, intermediar en la llegada de jugadores y comprar juveniles?
–Para nada. Es una forma de darle una mano al club. Lo mío con Juan será ad honorem. Estoy tratando de dar una mano en la parte empresarial, humana y en lo parte futbolística.

–¿Por qué te aprecia tanto la gente de Talleres?
–Porque fui un tipo frontal, leal. Yo podía hacer goles o no, pero dejaba la vida. Siempre.

–¿Y por qué te fuiste?
–Había una situación extraña. Terminó el campeonato de 1993 y, tras el conflicto con AFA, descendimos. Me dieron nueve fechas de suspensión y lo primero que me dijeron fue que me tenía que ir a jugar a otro país. Eso influyó para que yo me fuera al Deportivo Cali. Pero está claro que me hubiese gustado retirarme en Talleres. Quizá con un partido despedida, con grandes compañeros del club y de los distintos equipos en los que estuve. Es increíble, el cariño de la gente. Hace 16 años que me fui de Talleres y parece que hubiera sido ayer. No se puede comparar con nada. ¿Si podría haber sido el Artime de Talleres? Sí. Pero con más técnica. Je.

–Te retiraste joven…
–Sí, a los 32 años. Ahora tengo 39. Me cansé. Preferí dejar al fútbol y no que el fútbol me dejara a mí. La última imagen es la que queda. Yo me retiré tras perder la final de la Copa Merconorte con Emelec. Y estaba en plenitud.

El personaje
Su paso por Talleres es apenas una parte de la historia de un trotamundos. Como jugador, estuvo en 14 clubes (Talleres, Macabi, Barcelona de Ecuador, Católica de Chile entre los más importantes). Pero, además, ganó un reality show, comentó fútbol y salió con figuras del espectáculo; hechos que hicieron de Kenig, un personaje.

"Hice lo que quise en mi vida. Como esa vez que decidí intervenir en un reality show, en Miami. Era tipo ‘Expedición Robinson’. Era el único argentino de 18 participantes. Eran pruebas físicas de resistencia, de fuerza. Fui a la final con un venezolano. Y la gente votó a favor mío. Bajé 12 kilos y dejé de ser ‘el Gordo’ Kenig. Estuve tres meses encerrado. Tengo esa facilidad de bajar de peso y de subir. Con el dinero que gané (100 mil dólares) hice mi programa de TV y comenté fútbol en ESPN radio.

–También saliste con famosas, entre ellas Marián, "la Susana Giménez de Ecuador"...
–Pero no me casé. Convivimos tres años y tuve un hijo. Uno no se puede arrepentir, sino aprender de lo vivido.