La semana previa al superclásico cordobés comenzó ayer para Talleres. Por la mañana, en la Boutique de barrio Jardín, el plantel albiazul volvió a practicar luego de tener tres días de licencia. Después de ganarle el jueves pasado a All Boys, el viernes, el sábado y el domingo el plantel tuvo libre. Los futbolistas volvieron a entrenar ayer bajo las órdenes de Carlos Bustos, el ayudante de campo de Humberto Grondona, quien no estuvo en la práctica por cuestiones personales. Se estima que hoy se reintegrará al grupo.

Además de la falta del entrenador, la novedad de ayer estuvo en el trabajo en forma diferenciada que realizó Matías Quiroga. Cuando la mayoría del plantel ya estaba corriendo alrededor del campo de juego, el rubio volante ingresó para caminar junto con el kinesiólogo Pablo Renzi. Ése fue el único trabajo que realizó el autor del gol del triunfo ante All Boys.

“En ese partido sufrí una ‘paralítica’. Todavía me duele y vamos a ir evaluando la lesión día a día”, sostuvo ayer Quiroga, que hoy está en duda para jugar el clásico.

Con buena onda. Después de tres días libres y nueve partidos sin perder (con cinco victorias y cuatro empates), al plantel de la “T” se lo observó con un muy buen ánimo, más aún para esperar el partido ante Belgrano. La buena onda en el trabajo fue receptada por las 50 personas que ayer estuvieron en la Boutique, que aprovecharon el feriado para ver entrenar al equipo de sus amores y apoyar a los jugadores en la semana previa a uno de los partidos más importantes del año.