A Cuevas le comprarían el pase y sería celeste.

Entre barrio Jardín y Alberdi hay unas cuantas cuadras de distancia, aunque nada de otro mundo. Pero, si en el trayecto hay un desvío a Tucumán, es lógico que el camino se haga largo y la llegada se demore. Así podría comenzar a explicarse por qué Héctor Cuevas aún no es jugador de Belgrano, aunque hay indicios concretos de que hoy el delantero, ex Talleres, haría efectiva la mudanza.

Gregorio Ledesma –ex presidente de Belgrano, representante y dueño del 80 por ciento de la ficha del atacante– había acordado de palabra la incorporación de Cuevas, a préstamo, a San Martín de Tucumán. Incluso, el propio futbolista había hablado con Carlos Roldán, entrenador de los tucumanos. Ayer por la mañana, ambos emprendieron el viaje al “Jardín de la República”, junto al volante central Eric Chmill, quien también iba a convertirse en jugador del Santo.

Cuando el automóvil en el que viajaban transitaba por la ruta 9 norte, a la altura de Ojo de Agua, Ledesma recibió un llamado de Córdoba Celeste. El viaje no se interrumpió, pero inmediatamente un abogado de Ledesma se sentó a negociar con la gerenciadora de Belgrano.

Después de varios llamados, la “B” ofertó comprar la ficha del delantero en una suma que no trascendió oficialmente (serían 200 mil dólares) y las gestiones parecían encaminarse, aunque a los viajeros les tocaba lo más difícil: dar la cara en Tucumán.

En un hotel de la capital de esa provincia, las autoridades de San Martín escucharon el planteo de Ledesma, quien les habría solicitado una mejora sustancial para que el jugador no se volviera a Córdoba. La reacción de la dirigencia del Santo no se hizo esperar. “Como Daniel Vega (delantero ex Platense, pretendido por Belgrano) arregló con nosotros, ellos fueron a buscar a Cuevas. Lo tuvieron un mes sentado en su casa y no lo fueron a buscar y ahora sí... Pero está todo bien. Cuevas no es Francescoli... Estoy acostumbrado con los cordobeses. Vinieron, estuvieron un rato y se escaparon”, le dijo anoche a La Voz del Interior el gerenciador de San Martín, Roberto Dilascio.

¿Conclusión? La llegada de Cuevas al equipo tucumano fue descartada de plano (“ahora, no lo queremos ni regalado”, dijo después Dilascio).

Desde Córdoba Celeste todo se negó una y otra vez, aunque se terminó admitiendo la existencia de una gestión inconclusa. Anoche, mientras Ledesma, Cuevas y Chmill (¿irá a Instituto?) se aprestaban a emprender el retorno a Córdoba, en nuestra ciudad se procuraba destrabar algunas cuestiones (no estaría del todo claro quién se haría cargo del porcentaje que le corresponde al jugador). Por eso, hoy sería un día decisivo.