El ex entrenador de Talleres, Angel David Comizzo, dio su «campana» en algunos cuestiones que esclarecieron en parte su abrupta salida de barrio Jardín. «Fue doloroso para mí irme de esa manera de Talleres. Es un club inmenso, aunque esa grandeza es únicamente por la historia y por la gente. Hay muchas cosas que se hacen mal y que se notan cuando uno está adentro», declaró en diálogo con La Mesa del Fútbol.

Cuando se le preguntó sobre las versiones que indicaban que había pedido un jugoso incentivo para conservar la categoría, respondió. «Es una mentira gigante. Me daría vergüenza pedir plata por salvarme del descenso. Sería una falta de respeto. Sólo pediría para salir campeón, para ascender».

Ante la consulta sobre su malestar en el club, explicó: «Hubo situaciones indeseables. No había para lavar la ropa en los doble turno, sólo nos daban cuatro pelota para 30 profesionales. De no creer. Desde afuera no se ve. Talleres es muy chiquito en lo institucional. Lo único que tiene es su historia y su gente».

En cuanto al espinoso caso de Julián Maidana, el «Flaco» manifestó: «Conmigo era titular, pero por momentos lo vi mejor a Gabriel Oyola, y por eso fue suplente. No hubo nada extraño. Y fue únicamente por motivos futbolísticos. Nunca fueron ‘borrados’, entrenaban todos los días con el plantel». De todos modos, reconoció que se apresuró en renunciar: «Quizás debía esperar para irme. A Racing le hicimos precio, le tendríamos que haber metido cuatro goles, pero ese mismo día me harté y me fui. No aguanté más todo lo que venía sucediendo, desde el partido que le ganamos a Defensa y Justicia. Todo tiene un límite».

Asimismo, mostró sorpresa por la designación de Humberto Grondona como entrenador: «La verdad, me llamó la atención, porque cuando renuncié me dijo que se iba conmigo».