El gerenciador se encontrará esta tarde con ''Grondonita'' y de esa reunión puede emanar la continuidad del técnico en Talleres, y al mismo tiempo la salida de otros miembros de la dirigencia, entre ellos el cuestionado Antonio Fauro.

En la permanente agitación que vive Talleres, la semana comenzó con versiones de todo tipo sobre el futuro inmediato del club, empezando con la continuidad de Carlos Ahumada como gerenciador y sus decisiones inmediatas para la estructura con la que encarará la nueva temporada, que será muy cuesta arriba para los albiazules.

En ese sentido, Ahumada ayer recibió brevemente a Juan Amador Sánchez, candidato a técnico de Talleres (ver aparte), al tiempo que telefoneó a Humberto Grondona, en Mendoza para un par de días de descanso, con el fin de reunirse hoy a las 16 en Córdoba.

''Humbertito'' dejó traslucir sus expectativas por un encuentro que supone favorable para él y en declaraciones al Deportivo 970 de LV2, descargó una andanada de acusaciones: ''Todos saben que para que me quede se tiene que ir (Antonio) Fauro. Hay varios para limpiar, porque la traición es algo que no perdono y en el club hay muchos 'come monederos'. Por eso me quiero reunir a solas con Ahumada. El nunca me dejó renunciar, siempre me pidió que lo acompañe''.

Los profundos movimientos que se avizoran en Ateliers también pondrían en jaque a Martín Vilallonga. El presidente de la gerenciadora, puesto por Ahumada sin que nunca se supiera cuál era la razón o el mérito del ex delantero para ocupar el cargo, se tomó la atribución de avanzar en la contratación de un técnico, Sánchez, sin que el equipo hubiera resuelto todavía su permanencia en la categoría.

Tal decisión habría molestado más todavía por el hecho que Sánchez, como Vilallonga en sus épocas como jugador, es representado por Manolo Corrado, un intermediario hasta hace escaso tiempo atrás muy vinculado a Instituto.

Con tal escenario, Ahumada deberá moverse rápido y a pie firme, porque además no son los únicos frentes que debe atender. Es que Grondona pedirá además que permanezcan en el club jugadores como Julián Maidana, con quien se interrumpieron las relaciones a causa de un diferendo económico. Y también, el empresario sigue asediado por reclamos judiciales provenientes de México, aunque trascendió que la semana pasada habría sido sobreseído de uno de ellos. Si logra sortear las acusaciones en la justicia mexicana y reacomoda la estructura de una dirigencia que terminó demasiado parecida a un conventillo, tal vez Ahumada pueda cumplir con lo que le confió a un estrecho colaborador: quedarse para ''revolucionar a Talleres''.

Sánchez está en carpeta. Más allá de la decisiva reunión de hoy entre Carlos Ahumada y Humberto Grondona, el gerenciador recibió ayer en Buenos Aires a Juan Amador Sánchez, quien le entregó una carpeta con su proyecto de trabajo y sus pretensiones económicas. El encuentro duró apenas 15 minutos y según explicó Sánchez, ''el viernes me dan una respuesta, por sí o por no''.

De más está decir que ese cuarto de hora no es suficiente para trazar ningún proyecto, pero Sánchez ya lo tiene hablado desde la semana pasada con Antonio Fauro y Martín Vilallonga, los propulsores de que el ex zaguero de Boca sea el nuevo técnico de Talleres.

Sánchez viene de dirigir al Atlético Rafaela en una campaña irregular (le ganó a Talleres sobre la hora 2-1 en la Boutique), y en Córdoba dirigió a Instituto en 2002, en dupla con Carlos Compagnucci. Su mayor logro como DT fue el ascenso con Almagro, en 2004.