Explotó Héctor Cuevas, dando a conocer una historia que hizo tambalear la intimidad del plantel, cuando ''sugirieron'' la exclusión suya, de Borghello y de Quiroga. ''Me dolió mucho'', remarcó el ''Tanque''.

El festejo de gol del delantero de Talleres y ex Racing, Héctor Cuevas, fue mucho más efusivo que en otras oportunidades. Había mucho en juego, es verdad, pero sorprendió a todos los presentes cuando apuntó con la vista al sector donde se ubica la cúpula directiva de Ateliers, y se tomaba la oreja derecha, como queriendo escuchar algo, de manera irónica.

Nadie imaginaba que de fondo había una historia particular y que tenía al ''Tanque'', a Matías Quiroga y a Iván Borghello como protagonistas (ver aparte).

Con mucha bronca, frunciendo el entrecejo, Cuevas salió del vestuario y comentó: ''Estoy contento por el gol, porque sirvió para que Talleres se quedara en la B Nacional. Se lo dedico a la gente pero nada más... Una alegría para nosotros que vivimos tantas dificultades'', contó el delantero.

Y comenzó a desenrollar lo que tenía guardado: ''Acá nadie sabe que llamaron para que Borghello, Quiroga y yo no juguemos y eso me dolió mucho. Vino una orden desde arriba, dudaron de mi honestidad, me dolió en el alma'', explicó Cuevas con repudio.

Sobre su futuro, se explayó diciendo: ''Es difícil que siga, nunca me pasó algo así en el fútbol. Por eso lo grité de esa manera. Nunca viví esto, pero con la camiseta de Talleres no se juega, es un club muy grande para que lo manejen como un maxikiosco, como dijo 'Memo' el martes pasado''.

Sobre la misma situación, Cuevas expresó: ''Acá pasaron cosas increíbles, hay muchos manejos. Queríamos pelear el ascenso y no hubo armonía en el equipo. Talleres es muy grande, por la gente y lo que significa, aunque hay cosas que sólo suceden acá. Y eso es malo para la imagen de la institución''.

Y para cerrar agregó: ''Me podés criticar diciendo que juego bien o que lo hago mal, pero no voy a permitir que duden de mi honestidad. Eso me hizo mal, aunque demostramos que dejamos la vida por el club''.

''Memo'' feliz. La felicidad de Iván Borghello era la contracara de Cuevas. Salió sonriente, aunque también su discurso fue con cuestionamientos: ''Me voy muy contento por la institución y por el grupo humano que compartí, aunque me queda esa sensación amarga por las cosas que vivimos en los últimos tiempos. Me comí el 'garrón' de que me querían 'borrar' junto a dos compañeros, diciendo que jugaba para atrás, 'coimeado' por un grupo que está en contra de (Carlos) Ahumada''.

Y añadió: ''Desconfiaron de mí. No estaban Lussenhoff, Buffarini y Torsiglieri, quisieron 'limpiar' a Maidana y a Alvarez. ¿Quién mierda (sic) querían que juegue? ¿O querían que Talleres bajara al Argentino A?''.

En cambio, elogió a Humberto Grondona. ''Tiene los 'cojones' puestos y no aceptó el pedido de que nos sacaran a Cuevas, a Quiroga y a mí''.

Maidana también pegó durísimo. ''Le quiero agradecer a la gente que alentó como nunca, todo el año tuvimos inconvenientes con cosas que estuvieron muy mal. Me quisieron echar, el técnico (por Angel Comizzo) que se fue faltando un partido no tuvo la suficiente grandeza para bancarme a mí y a Alvarez cuando nos separaron del plantel. Pero no hay que hacer leña del árbol caído. Todo lo que podía pasar, pasó''. Con tal declaración, abrió el fuego Julián Maidana, quien ni se refirió al empate frente a Racing.

Y el blanco de sus críticas fue el gerente deportivo Antonio Fauro: ''Si esto sigue así, Talleres no va a salir de esta posición. Hay una persona que trabaja en el club desde hace tiempo y resta muchísimo. Le hace muy mal a Talleres, que es grande por la gente y no por otros que trabajan y se dedican a robar. El club no merece esto. Hay personas que no deben seguir. Hacen daño y se tienen que ir''.

Sobre su futuro, declaró: ''Me quiero quedar en Talleres. Ya lo manifesté y espero que se me dé. Le quiero agradecer a Humberto (Grondona) que se hizo cargo del equipo, agarró un fierro caliente y respondió''.

Valentín Brasca. ''Está claro que las cosas no están bien. Los resultados muestran que algo anda mal en el club. Talleres debería estar peleando por otras cosas''.

Edgardo Galíndez. ''Gracias a Dios nos sacamos la espina que teníamos clavada. Tuvimos nuestra revancha, recuperamos la alegría y dejamos a Talleres en la B Nacional. Hicimos un gran sacrificio y lo merecíamos''.

Paulo Rosales. ''Hay muchas cosas que la gente no sabe. Lo ganamos nosotros, nos quedamos un poco solos en el tramo final. Pasan muchas cosas en Talleres, pero al menos dentro de la cancha demostramos que podemos salir adelante''.