RACING

Esteban Dei Rossi (6): Sin culpa en los goles, debió jugarse en un cara a cara con Cuevas y en varias contras de Talleres.
Jorge Peirone (5): Escasa resistencia cuando Borghello cabezó delante suyo para la apertura del marcador. Lo reemplazó Rodríguez y no se notó su ausencia.
Hernán Fernández (5): No lució la firmeza que lo distingue en las pelotas aéreas, pero contagió con vergüenza y orgullo.
Damián Fernández (4): Igual que su hermano, falló arriba (su arma principal) y con el balón en los pies se equivocó mucho.
Raúl Vangioni (7): El alma de Racing. Terminó al límite en lo físico, pero apuntaló el intento final por el empate.
Mariano Vergara (6): No lo buscaron en la primera etapa y cuando levantó su producción en la segunda, se notó que por ahí era el negocio albiceleste.
Adrián Avalos (5): Ganó y perdió a la hora de recuperar, y falló en la distribución, un poco lento para repartir juego.
Alejandro Gaboardi (6): Arrancó por el carril izquierdo y cuando todo parecía perdido, tomó la posta y puso lo suyo.
Albano Becica (4): No gravitó como enganche y perdió a Rosales en el desborde del primer gol. Reemplazado antes del descanso.
Luis Rivero (4): Pobre actuación. Prácticamente no tuvo contacto con el balón.
Eduardo Sosa (4): En las finales, se extrañó al «Chori» goleador. Apareció muy poco y la que tuvo, la tiró afuera.
Marcelo Bergese (5): Sobre la derecha, armó un par de llegadas. Alternó buenas y malas, sin llegar a ser desequilibrante.
Gabriel Rodríguez (7): Le cambió la cara a Racing. Hábil y decidido para trasladar, edificó la jugada del descuento.
Abel Soriano (6): Antes de su gol, tuvo una y demoró una eternidad. En la del descuento, definió con justeza.

TALLERES

Valentín Brasca (6): Muy sobrio y seguro, hasta en los centros, que suelen ser su punto débil. Sin responsabilidad en el gol.
Leandro Alvarez (6): Empezó mal con la pelota y creció en su rendimiento. En el segundo tiempo fue uno de los más firmes.
Julián Maidana (6): Siempre atento a los cruces, acomodó la defensa y aportó su experiencia en el mejor momento del rival.
Marcos Torsiglieri (6): Otro que fue de menor a mayor. Por abajo, muchas fallas. Por arriba, sacó todo.
Edgardo Galíndez (7): En los papeles iba a ser lateral volante. Se quedó como «3» y respondió con creces en un sector donde, teóricamente, Racing podía sacar diferencias.
Julio Buffarini (5): El acostumbrado sacrificio pero sigue sin terminar casi nada de lo que insinúa.
Federico Lussenhoff (7): Mucho oficio y combatividad. Cuando hizo pie en el medio, quitó todo lo que pasó cerca.
Lucas Rimoldi (8): Por momentos, casi un enganche. De sus pies nacieron las mejores situaciones albiazules. Es más, en el segundo gol la puso como con la mano en la cabeza de Rosales.
Iván Borghello (6): Volvió al gol después de nueve fechas. Activo y solidario en cada contra, salió extenuado.
Héctor Cuevas (4): Perdió un mano a mano en el primer tiempo, cabeceó afuera, solo, en el complemento y en cada réplica que encabezó, no supo resolver.
Paulo Rosales (6): En su nueva función, como delantero, apareció a cuentagotas e hizo el gol menos pensado: de cabeza.
Pablo Azcurra (5): Ingresó para trabajar por el andarivel izquierdo y en una media vuelta, la mandó apenas arriba.
Roberto Moreyra: Con aire y ante una defensa al límite, no ganó ninguna.
Cristian Basualdo: Jugó apenas un par de minutos.