El técnico de Talleres argumentó desacuerdos con la gerenciadora.

Que Talleres da para todo y que ya no sorprende a nadie es una realidad que se repite desde hace mucho tiempo, y ayer agregó una nueva página que confirma la regla. Después de que el equipo quedara en inmejorable situación para conservar la categoría, tras derrotar 2-1 a Racing, anoche se encontró con la renuncia del entrenador Ángel David Comizzo.

Una acumulación de motivos habrían hecho tomar la decisión al “Flaco”, pero el detonante fue que la dirigencia se habría negado a pagar el alojamiento de Juan Solari, un colaborador de Comizzo. Después, se habría producido una cadena de mensajes: el disconformismo llegó al presidente de Ateliers, Martín Vilallonga, quien se comunicó con el gerenciador Carlos Ahumada. “Si se quiere ir, que se vaya”, habría dicho el empresario.

Otro motivo por el que Comizzo habría dicho “basta” es que no le habría gustado que la dirigencia le endilgara la responsabilidad de la situación de Julián Maidana, a quien la gerenciadora le quiso rescindir su contrato. Además, la relación del “Flaco” con algunos jugadores tampoco era de la mejor.

Comizzo, que no hizo declaraciones después del partido, mantuvo ayer su teléfono apagado. ¿Y Ahumada? La Voz del Interior se comunicó anoche con el gerenciador, que evitó expresarse: “Son las 10 de la noche, estoy descansando”, se excusó.

La dirigencia deberá resolver quién dirigirá al equipo en la revancha con Racing. Un hombre cercano es el ex volante Raúl Peralta y también tendría su oportunidad el manager deportivo Humberto Grondona, quien hoy intentará convencer a Comizzo de que revierta su decisión.