Cuevas reveló que recibió una amenaza telefónica.

Los mensajitos de texto eran subidos de tono, pero Héctor Cuevas los dejó pasar. Días después, una bomba de estruendo detonó cerca de su domicilio, aunque el goleador de Talleres la relacionó con un hecho casual. Pero ayer, tras el entrenamiento matutino que se cumplió en la Boutique, le avisaron que habían llamado a su casa para decir: “Si no ganan, se pudre todo”. Y ya no pudo hacerse el distraído.

La llamada telefónica fue al domicilio del jugador y atendió su esposa ya que Cuevas está concentrado con el plantel desde hace 15 días, en un “retiro espiritual” que ordenó el cuerpo técnico albiazul.

Al enterarse, Cuevas dio a conocer el hecho públicamente, aunque descartó hacer una denuncia policial.

“Llamaron a mi casa esta mañana (por ayer) y atendió mi esposa. Lo venía guardando. Hace poco, tiraron una bomba de estruendo en la puerta de casa. Antes, cuando empezamos con esta mala racha, me mandaban mensajes de texto a mi celular. ¿Qué le dijeron a mi esposa? Que se va a pudrir todo si no ganamos. Uno está acostumbrado, pero no la familia”, contó Cuevas.

El texto fue muy parecido al de un pasacalle estaba firmado por “la Fiel”, el sector más fuerte de la barra albiazul. “La gente de la hinchada no fue. Ellos me llamaron para apoyarme y que me quedara tranquilo, porque no tuvieron nada que ver. El que hizo esto no fue hincha de Talleres. Fue algún inadaptado”, comentó Cuevas.

–¿Vas a hacer la denuncia?
–No, porque sería al vicio. Lo hice público para que no quede en la nada. Ya lo sabe el encargado de seguridad, Víctor Bustos, quien me ofreció su ayuda.

Ateliers y la Policía. “Más allá de que (Cuevas) no radique la denuncia, ya dimos parte al comisario Ramón Frías, de la departamental de Punilla, y a la dirección de Planeamiento de la Policía de la provincia. Se tomarán las medidas del caso. Solamente se dio un caso, que es el Cuevas y le di la tranquilidad que necesita”, dijo Bustos.