Pese a que por el trámite del partido, el empate le sentó mejor a Talleres que a Belgrano, nadie en el vestuario albiazul exteriorizó alegría por el punto conseguido. Apenas se valoró el hecho de sumar un punto en un partido que terminó con un jugador menos, pero se dejó en claro que la idea era ganar.

Mientras algunos jugadores prefirieron no hacer declaraciones, como Paulo Rosales (sorpresivamente fue al banco de suplentes) o Lucas Rimoldi, otros coincidieron en que fue un encuentro muy luchado, en el que faltó el buen juego.

El volante Matías Quiroga consideró que el resultado estuvo acorde a lo que se vio en el juego. “Como todo clásico fue un partido duro y trabado. Creo que el empate fue lo justo para los dos”, señaló.

A los 25 minutos del segundo tiempo, el zurdo santafesino tuvo la situación más clara de la “T” en todo el partido. “Tuve esa jugada, pero llegué exigido y no pude tirar el centro para atrás. Siempre la tiro para para le llegada de Borghello o Cuevas”, lamentó Quiroga ante la chance desperdiciada y teniendo en cuenta que “el Tanque” Cuevas llegaba solo por el medio.

Brasca, con bronca. El arquero Valentín Brasca estaba enojado con Sergio Pezzotta por su expulsión. “El árbitro se equivocó porque yo me acerco al jugador de Belgrano (Aldecoa), él se levanta, me cabecea, se tira y el que se va expulsado soy yo. No lo entiendo”, manifestó el “1” que consideró que la acción de Aldecoa fue “a propósito y desleal porque ya tenía la pelota controlada”.

“El árbitro ya había cobrado falta. Encima los jugadores de Belgrano pedían penal. ¿Penal por qué?”, agregó Brasca.