Pardas en el primero. Talleres arrancó mejor que su rival, pero un quedo defensivo le costó un gol en contra. Llegó rápido al empate y eso lo reanimó.

Penal y gol es triunfo. En el peor momento de la “T” llegó el penal de Verón a Rosales que todo Brown cuestionó y que fue decisivo para el juego.

Las figuras
Lucas Rimoldi (7). Siempre estuvo muy bien ubicado para recibir la pelota y distribuirla con criterio. De sus pies surgió lo mejor que exhibió Talleres.

Lussenhoff (7) y Brasca (7). Con ubicación y oficio, el defensor redondeó un sólido trabajo. El arquero tapó varias y un saque suyo propició el penal.

Cuestión técnica
Ángel Comizzo. Apostó por un equipo más ambicioso y menos previsible (4-3-1-2), asumiendo los riesgos de poner un medio campo con poca recuperación.

Blas Giunta. Recién en la adversidad cambió el 4-4-2 del arranque y se animó a poner un jugador a espaldas de Rimoldi para desacomodar a la defensa local.

El árbitro
Pompei (regular). Tuvo un primer tiempo correcto, aunque su trabajo se deslució cuando aparecieron las polémicas. Cobró el penal de Verón a Rosales a instancias del asistente Ayala, y estuvo bien, pero su pecado fue estar a casi 50 metros de la jugada (tampoco amonestó al infractor). Le sacó la segunda “amarilla” a Del Águila por un empujón a Borghello y luego dejó sin sanción tres faltas más violentas. Así y todo, su “chapa” de internacional le ayudó a sacar adelante un partido “chivo” y por momentos áspero.