Comienza el torneo más importante en la formación de jugadores.

Talleres, Belgrano e Instituto ingresaron en la cuenta regresiva con sus formaciones juveniles para afrontar el torneo de la Asociación del Fútbol Argentino. El certamen iba a comenzar el fin de semana pasado, pero el conflicto entre el Gobierno y los sectores del campo obligó a postergar el inicio hasta este sábado.

La novedad más importante es que tanto Belgrano como Talleres agregarán tres divisiones a la competencia afista. Esta temporada se agregan la séptima, octava y novena a las categorías cuarta, quinta y sexta, que ya suman varios años de experiencia en este tipo de certámenes. Instituto, en cambio, presentará sólo a las tres divisiones mayores.

Para comprender el esfuerzo que deben realizar las tres instituciones vayan varios ejemplos:

Traslado. Ubicar a seis planteles con sus cuerpos técnicos en cada cancha implica movilizar a 200 personas cada 15 días. Los encuentros se juegan los sábados y los pibes cordobeses deben trasladarse a la ciudad de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense, o Rosario (entre otros lugares) dos veces al mes.

Dormir y comer. Los clubes cordobeses deben abonarle la estadía (llegan los viernes a la noche), la cena, el desayuno y el almuerzo del día siguiente a cada delegación visitante, y también tienen que pagar sus estadías y comidas cuando juegan en otra ciudad. Los clubes nunca se hacen cargo de esos rubros cuando son visitados por equipos de Córdoba.

En la Liga. Al compromiso de los tres clubes de Córdoba de afrontar el torneo de AFA deben sumarse las divisiones que obligatoria y reglamentariamente deben presentar en los campeonatos de la Liga Cordobesa de Fútbol. Por eso, tanto Belgrano como Talleres, incluidas la primera de AFA y la reserva, tienen 18 divisiones en competencia. O sea, cerca de 600 juveniles en escena, más entre 40 y 50 personas vinculadas a los cuerpos médicos y técnicos.

Romper el chanchito. El presupuesto para los recursos que generan los clubes son elevadísimos. Talleres tiene un gasto de 80 mil pesos mensuales, más lo que debe aportar cuando paga la estadía y la comida de los visitantes. En total, el monto asciende aproximadamente a un millón de pesos al año. En Belgrano no confirmaron ninguna cifra, aunque se supone que rondaría el mismo monto, por la similitud de itinerarios y de compromisos.