La opinión de Julio Moya sobre la expectativa del partido de Talleres-San Jorge.

Es un fenómeno para muchos. Los que no conviven con esta realidad suelen caer con facilidad en el asombro. Talleres ya no es un fenómeno hace rato. Si en los viejos Nacionales reventaban la taquilla, como lo hicieron en muchos B Nacional o como lo supieron hacer en primera, no escapa tampoco a la generalidad la Libertadores. Pero vaya paradoja: aquel partido con un Kempes explotando el año pasado para el 99 aniversario. La lista de ejemplos de estas características crece y crece. Y se supera. Talleres siempre es más grande que el día anterior. Sabe cómo demostrárselo. Establece sus propias marcas, rompe sus propios récords. Días como los que hoy se viven son comparables en convocatoria a ¿la Selección? Ni el Boca-River de este domingo le hará sombra a la T en el Argentino A. Y encima ante San Jorge de Tucumán. Y sí, no da para ningún análisis más. No hay cómo hacer frente a tantas evidencias. La conclusión es también más que elocuente: andate Talleres, andate de esta categoría y no vuelvas nunca más. La devoción de sus hinchas lo empujan a este inevitable ascenso. Talleres sabe que aún puede ser más grande que incluso hoy. Pero eso queda para mañana.