Iban 30 minutos del primer capítulo cuando Talleres perdió a su hombre gol por una falta insignificante al arquero de Alumni. Adrián Arada le tiró la carrocería y puso la pierna cuando Javier Espeche hacía “jueguito” con la pelota, y la sentencia de juez fue categórica: tarjeta roja directa para el delantero y el elenco albiazul, abajo del marcador, se quedó con un hombre menos.

“La verdad, no fui a pegarle. El arquero tenía la pelota y yo fui a presionarlo, a tratar de sacársela (a la pelota). Pero fui presa del nerviosismo, íbamos perdiendo y caí en la desesperación. No le quise hacer falta de esa forma. Ahora me arrepiento”, dijo Aranda a LA MAÑANA.

El “Bati” sufrió su segunda expulsión desde que llegó a Talleres, ya que en el torneo pasado, tuvo que marcharse temprano a las duchas ante Sportivo Belgrano de San Francisco, en la 2ª fecha del Clausura. “Fui a pedirle perdón al árbitro”-agregó Aranda-. “No fui con mala leche. El juez me dijo que va a poner en el informe que mi expulsión fue por juego brusco. Le ofrecí mis disculpas al grupo también, porque los dejé con 10 hombres en un momento crítico. Afortunadamente, los chicos sacaron el partido adelante”, completó el delantero. Esta semana, Talleres enviará su descargo para tratar que sólo le den una fecha de castigo.