El DT de Alumni, Rubén Agüero, fue ácido con el arbitraje y con los “permitidos” que según él, tuvo Talleres: “Esto es para vivos, y no hay que llorar. Ellos llegaron dos horas antes a la cancha, y nos ocuparon el vestuario local y nos mandaron al otro. Hubo una jugada que (Roberto) Saporiti le hace gestos de pulgar arriba al juez de línea. Esas cosas molestan. No trataron de la misma manera a los de Alumni”.

Cuando se le preguntó los motivos de su expulsión, respondió: “Recriminé que (Edgardo) Galíndez hizo un lateral casi un metro adentro de la cancha, y me quejé de una pelota que siguió en juego después de irse casi 30 centímetros afuera. Si hubiera sido Saporiti, no lo echaban, pero era yo y me tuve que ir”.

Además, Agüero relativizó el cambio de escenario. “En el Chateau los dos equipos son visitantes, el árbitro no tuvo influencias en el resultado, si me cobró un penal a falta de cinco minutos, pero sí creo que me echó injustamente”.